El tiempo en: Sevilla

San Fernando

“Me quedan aún dos o tres años y voy a dar mucha guerra en el futbol”

“Tengo claro que en el futuro me gustaría formar parte del San Fernando, ya sea de entrenador o de lo que haga falta”, pero todavía hay Barral para rato.

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Cargando el reproductor....

David Barral acaba de aterrizar de Chipre donde se ha proclamado campeón de Liga con el Apoel de Nicosia y tras haber cuajado un magnífico papel en la Europa League. A sus 34 años el delantero isleño no seguirá vinculado al conjunto chipriota y ya se prepara para nuevos retos que, muy probablemente, conlleven que tenga que hacer las maletas para volver a marcharse de España. Con casi 250 partidos, es el isleño que más campos de fútbol de Primera División ha pisado en su trayectoria deportiva.

Ha vivido las dos caras de la moneda esta temporada, por un lado, su salida en el mercado de invierno del Granada tras aquel incidente de la botella de agua con Cuenca y, posteriormente, iniciando una nueva etapa en Nicosia culminada con el primer título de Liga de su currículum.
—Es cierto que inicie la temporada con el Granada y tenía la ilusión de seguir jugando en Primera División, pero no salió como yo esperaba y busque nuevas alternativas. Me quiso el Apoel y yo quería jugar Europa League, además de ser  un equipo que suele ganar la Liga en su país, que siempre opta a títulos. Era un sitio atractivo para poder ir, no me lo pensé y así fue. He estado allí muy feliz, hemos ganado la Liga, he disfrutado de los octavos de final de una competición europea ante el Bilbao al que eliminamos y luego caímos ante el Anderlecht en cuartos.

Se fue a un equipo con varios jugadores españoles en sus filas y con un técnico como Cristiansen, aquel rubio jugador del Barcelona que llegó a ser internacional con España. Es de suponer que todo ello le facilitó la adaptación.
—Cristiansen fue el que habló conmigo para decirme que me quería en su equipo. Eso fue algo que me llamó mucho la atención y uno de los motivos por los que me decidí por firmar allí. Había un entrenador español, un cuerpo técnico español y varios jugadores españoles.      

Termina su etapa en Chipre y le toca volver a buscarse la vida en esto del fútbol, algo a lo que ya está muy acostumbrado.
—Es algo a lo que estoy acostumbrado después de tantos años y de tantos veranos de incertidumbre para saber a dónde me iba con la familia, qué ciudad, qué equipo, qué compañeros, qué idioma..., pero ya después de tantos años nada me sorprende y me iría a cualquier sitio porque sé que estoy capacitado para salir adelante de cualquier forma.   

34 años, recuerdo cuando iba a verle jugar a Sacramento de juvenil a las órdenes de Pepe Gaviño...
—Pues sí. Yo comencé mi carrera en el San Servando, fui subiendo categorías hasta que en el San Fernando juvenil de la mano de Pepe Gaviño fui creciendo hasta que el primer equipo me echó el ojo. Estuve entrenando con la primera plantilla del San Fernando un tiempo hasta que el Real Madrid decidió ficharme. Ha sido un camino muy duro desde pequeño en esa etapa con Gaviño hasta la actualidad.      

¿Es una espinita que tiene clavada el no haber podido debutar con el primer equipo de su ciudad?
—Es cierto que poco a poco estaba metiendo la cabeza en el primer equipo del San Fernando a las órdenes de Nene Montero y me faltó muy poco para debutar porque las cosas me iban rodando cada vez mejor, pero apareció el Madrid y ante semejante tentación no me lo pensé dos veces porque fue la noticia más grande de mi vida, una oportunidad que no se podía escapar.

Llegó a sonar como refuerzo de invierno incluso para el San Fernando el pasado mercado invernal tras lo que le pasó en Granada, ¿qué fue exactamente lo que sucedió?
—Es cierto que me llamó el director deportivo del San Fernando, sobre todo para darme su apoyo tras lo sucedido, algo que fue muy importante para mi en un momento tan delicado, y me abrió las puertas del San Fernando, pero sabía y tenía en mente que mi objetivo era jugar Europa League porque nunca lo había hecho y por eso tomé la decisión de irme al Apoel.  

A sus 34 años lo que parece que tiene muy claro es que no piensa arrastrarse por los campos de fútbol y cuando vea que ha llegado el momento dará paso a una nueva etapa profesional en su vida.
—Yo creo que es muy importante saber hasta dónde hay que llegar. No me quiero arrastrar por los campos y quiero acabar mi carrera deportiva en lo más alto. Creo que entre dos o tres años más de fútbol puede estar bien, dependiendo también de lo que el cuerpo me aguante y de las ganas que tenga. Le digo que ahora mismo mantengo intactas las ganas de como cuando era pequeño, lo que hace más difícil pensar en una retirada ahora mismo, pero sabré el momento cuando llegue de dejarlo y pienso dar mucha guerra todavía.    

Lo que está claro a simple vista que mantiene un físico envidiable y que es difícil pensar que tenga 34 años.
—Yo me he cuidado toda la vida y por eso he estado diez años en Primera División y he mantenido el nivel. Me cuido, entreno muy fuerte porque sé que vivo del fútbol e incluso ahora que estoy de vacaciones me voy todas las mañanas a correr para mantener la forma. En Primera División hay mucha competencia y hay que estar a tope.    

Usted es de llevar muy bien sus cuentas, ¿cuántos partidos han sido en Primera?
—En la Liga Española en Primera unos 240, lo que pasa es que también jugué 35 en la Primera División turca, que es una Liga también exigente, luego otros 30 en Dubai y 20 en el Apoel.     

¿Y la cifra de goles?
—Yo nunca he sido un goleador nato, sino más bien un jugador trabajador que lo daba todo por el equipo antes de buscar el éxito individual, eso es algo que los entrenadores lo han agradecido y por eso en todos los equipos en los que he estado lo he jugado prácticamente todo.             

Es un jugador que ha dejado huella en todos los equipos en los que ha estado, sobre todo entre los aficionados.
—Es cierto. En Gijón estuve seis temporadas, en el año en Turquía me salieron las cosas bastante bien y marqué muchos goles, luego en el Levante dos temporadas y en una de ellas siendo el máximo goleador de su historia en Primera y en el Granada he dejado huella en la afición porque sabe que lo he dado todo mientras estuve allí. Estoy muy satisfecho con la carrera deportiva que llevo. 

A nivel de entrenadores, el que le marcó fue Manolo Preciado.
—Mi vinculación con el fútbol estará siempre ligada a él. Siempre comparo lo que él hacía con lo que otros hacen. Su influencia en mi vida fue tremenda y por eso le estaré eternamente agradecido. Llevo incluso su nombre tatuado en mi cuerpo.

Y del San Fernando CD, ¿qué tiene que decir tras el ascenso de la pasada temporada y de la permanencia en Segunda B en ésta?
—Estando en el Granada cuando los fines de semana me lo permitían me escapaba y venía a verlo. Además mantengo el contacto con jugadores de aquí de La Isla como Carralero o Regino. Tengo claro que en el futuro me gustaría formar parte del San Fernando, ya sea de entrenador o de lo que sea. Es el equipo de mi tierra y lógicamente me tira mucho.  

De hecho, y hablando de futuro, ya cuenta con todos los títulos de entrenador y es de suponer que empezar en el San Fernando no sería una mala plaza.
—Me gustaría mucho que el San Fernando me diese sobre todo la oportunidad de ayudarle a crecer. Pienso que es un equipo que debe de intentar alguna vez el ascenso a Segunda División, sobre todo por la ciudad que es y el club que tiene. Ese es uno de mis objetivos el día de mañana.  

¿Qué tipo de entrenador va a ser David Barral?
—Tanto como de futbolista como de entrenador uno se va forjando. Seguramente al principio esté un poco verde, pero estoy convencido de que con el paso del tiempo seré un buen entrenador o por lo menos lo voy a intentar. 

Y su objetivo a largo plazo es de suponer que es acabar entrenando en Primera.
—Sí, pero soy consciente de que hay que empezar por la base. Mi intención es ir forjándome poco a poco, primero en Segunda B y, a partir de ahí, ir creciendo.  

¿Porqué le cuesta tanto a un jugador de San Fernando llegar a Primera División? Monchi, Jordi, Tati y usted han sido los casos esporádicos.
—Es cierto que es una cifra muy pobre para una ciudad futbolera como San Fernando. Yo creo que en los últimos 20 años han salido cuatro jugadores y es una cifra bastante lamentable. Pienso que hay que fomentar más el deporte, no sólo el futbol, pero en este caso estamos hablando de fútbol y ahora que estoy en la élite me ofrezco para poder participar en cualquier evento o cualquier plataforma de fútbol que se quiera hacer aquí en cualquier momento del año. Estoy aquí para ayudar a la ciudad en lo que haga falta.

Supongo que una opción sería la realización de un campus de verano en San Fernando aprovechando su estancia aquí durante sus vacaciones.
—Yo estaría dispuesto a colaborar con el Ayuntamiento, escuelas deportivas o con los colegios, a colaborar de cualquier forma para fomentar el deporte, el fútbol, la educación, cualquier cosa que tenga que ver con mi profesión.

Se ha sentido poco respaldado a nivel institucional en su ciudad, ¿se ha cumplido con usted lo de que nadie es profeta en su tierra?
—Yo la verdad es que no me espero nada de nadie, porque todo lo que he ganado ha sido con mi propio esfuerzo, ahora bien todo lo que venga será bienvenido, pero yo respeto que al Ayuntamiento no le guste el fútbol y es lógico que no tenga ningún tipo de reconocimiento. Todavía no me he retirado y ojalá de aquí al final de mi carrera haya un momento para reconocer mi trayectoria deportiva y que haya llevado el nombre de San Fernando por todo los rincones, tanto de España como de fuera.         

Eso sí, hay que recordar que fue imagen junto a David Domínguez de los Campeonatos Iberoamericanos de Atletismo de 2010.
—Es cierto que eso sí estuvo bien, tanto por David como por mi.     

Pero parece que desde aquello se ha ido apagando la llama -han pasado siete años- y temporada tras temporada parece como si hubiese caído en el olvido en su tierra habiendo superado 200 partidos en Primera.  No le digo que le pongan una calle, que eso ya se verá, pero si algún tipo de reconocimiento público por lo que su figura representa para La Isla fuera de sus fronteras.
—Sí hombre, sobre todo por lo difícil que es estar diez temporadas en Primera División y pasar de los 200 partidos. Es una cifra muy complicada que solo alcanzan futbolistas muy grandes y por eso esta situación es llamativa.        

He visto un video suyo por ahí toreando, ¿es otra de sus pasiones?
—A mi me gusta todo. Todo lo que sea diversión y nuevas experiencias, allí está David Barral. Tengo amigos toreros y de vez en cuando me animo.     

¿Cuándo se sabrá algo sobre su futuro?
—Pronto, muy pronto. Estamos a la espera de que llegue algo interesante que estamos ahí mirando y ojalá sea pronto.

En España, fuera...
—Creo que en el extranjero, que es donde se está abriendo un gran mercado y muchos futbolistas españoles se están yendo a un fútbol como el chino. Es algo que no me importa después de haber vivido ya varias experiencias en el extranjero.

¿Se ve jugando en China?
—Si Dios quiere sí. Es una país al que se están yendo muchos jugadores porque están ofreciendo muy buenos contratos y no hay que desaprovecharlo.

Es curioso, comentaba usted que se ha venido de Chipre y su mujer se ha quedado allí hasta que sus hijos acaben la escuela.
—Ellos tienen exámenes y al no coincidir sus vacaciones con las mías, yo las tengo que hacer por un lado y ellos por otro. Yo en breve me tendré que incorporar a un equipo y será entonces cuando a ellos les tocará disfrutar de sus vacaciones.       

¿Apunta maneras su hijo de seis años?
—Sí. Desde que nació está rodeado de botas de fútbol, espinilleras, balones, estadios, futbolistas..., entonces es lógico que le guste y parece ser que tiene muy buena pinta.        

¿Y su padre es su ídolo?
—¡Qué va! Es Chicharito junior. Le gusta mucho el jugador que estuvo en el Madrid, sobre todo por el nombre. De todas formas le gustan todos, es decir, Messi, Neymar, Cristiano, Bale...     

Llama mucho la atención que usted es un jugador que sabe sacarle mucho juego a las redes sociales y hay algunas bromas que han sido hasta históricas por su repercusión mediática.
—Sí en cuanto aparecieron twitter o instagram me abrí una cuenta, y yo como soy tan natural y digo las cosas como las pienso siempre llamo mucho la atención. No es algo muy habitual en las redes sociales, aparte de que yo soy de aquí de Cádiz y ya sabéis lo que ello conlleva. Cada cosa que hagas o digas aparece en los periódicos.

¿Y eso le ha provocado algún problema a nivel deportivo durante su carrera?
—La verdad es que alguno me ha dado e incluso me han hecho quitar algún tweet porque estaba fuera de tono, pero ya la gente me conoce y sabe que esto forma parte de mi personalidad.

Por último, ¿quién le ha impresionado más en toda su trayectoria como futbolista?
—Ufff, he vivido la mejor etapa del Barcelona de todos los tiempos, el que logró los seis títulos con Eto’o, Ibrahimovic, Ronaldinho, Messi..., y ahora la mejor del Madrid con Sergio Ramos, Cristiano, Bale. De todas formas, cuando estaba en el Madrid B entrenaba con el primer equipo y lo que más me sorprendía era cuando Guti y Zidane se asociaban, de tal manera que era prácticamente imposible poder quitarles la pelota.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN