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Calma tensa en Navantia por el futuro del contrato con Arabia Saudí

La plantilla no teme, por ahora, por el contrato de las cinco corbetas pese a paralizar Defensa la venta de 400 bombas a dicho país asiático.

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  • Navantia San Fernando. -

Desde el del comité de empresa de Navantia en San Fernando han confirmado en este medio que la plantilla se muestra tranquila, por ahora, con respecto a la ejecución del contrato para la construcción de las cinco corbetas que se destinarán a Arabia Saudí, que cabe recordar fue firmado el pasado mes de julio y que garantizará cuatro años de trabajo para los astilleros de la Bahía. Eso sí se mantendrá ojo avizor con vistas a que no se tuerza la situación durante las próximos meses.  

Todo ello después de que este martes el Ministerio de Defensa confirmase que ha iniciado iniciado los trámites para paralizar la venta al país asiático de 400 bombas de precisión láser del ejército español, corroborando que se devolverán los 9,2 millones de euros abonados por este material dejando así sin efecto el contrato firmado entre ambos países en enero de 2015. El presidente del comité de empresa, Francisco Peralta, en declaraciones a Radio La Isla, entiende que se trata de un "craso error" la decisión adoptada, por lo que se espera que no afecte de lleno al contrato de las corbetas y que siga su curso.

Según la información que avanzó la Cadena Ser sobre esta paralización, las bombas de precisión se podrían utilizar para bombardear Yemen.

El pasado 16 de agosto, el Ministerio de Defensa afirmaba que iba a revisar la venta de armas todavía en trámite y “que pudieran implicar la utilización directa de este tipo de armamento contra población civil”, como ocurrió en el ataque contra un autobús con niños en Yemen a primeros del pasado mes de agosto.

La autorización de venta de este tipo de material no depende de Defensa, sino de la Secretaría de Estado de Comercio, del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, que preside la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y de Doble Uso (Jimddu).

Este martes, los máximos responsables de Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón, promotoras de la campaña Armas Bajo Control, entregaron a la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, las firmas que han recogido contra las ventas de armamento a Israel y Arabia Saudí.

En esta reunión, los representantes de las cuatro ONG reclamarán al Gobierno el “cese inmediato” de la venta a estos dos países de armamento que pueda utilizarse “para cometer atrocidades en Yemen o en los Territorios Palestinos ocupados” y también exigirán “el fin del secretismo en las exportaciones de armas”.

El próximo 7 de septiembre, la secretaria de Estado de Comercio, Xiada Méndez, comparecerá en la comisión de Defensa del Congreso para informar sobre la venta de armas y material de defensa de doble uso.

Dos contratos distintos

Por su parte, la parlamentaria andaluza y secretaria de Organización del PSOE de Cádiz, Araceli Maese, ha pedido al presidente provincial del PP, Antonio Sanz que abandone “el revanchismo político y deje de comportarse como un pájaro de mal agüero para esta provincia necesitada de políticos que quieran sumar y no destruir”.

Maese recalcó que se trata de dos contratos diferentes, el de las corbetas cerrado ya hace tiempo y que sigue su curso y el de las bombas. “El contrato de Navantia es una gestión de la SEPI, está vinculado al Ministerio de Hacienda que ha dejado muy claro que sigue su curso, mientras que el contrato de las bombas es una decisión del Ministerio de Defensa, y Sanz conoce bien estos detalles y es muy consciente de lo que hace”, asegura. 

Por su parte, la parlamentaria andaluza del Partido Popular, Teresa Ruiz-Sillero, indicaba que “efectivamente es uno de los bandazos del gobierno de Pedro Sánchez. El contrato ya comprometido por el gobierno del expresidente Mariano Rajoy y que suponía horas de trabajo para los astilleros de la Bahía de Cádiz, está ahora en el aire y eso produce esa incertidumbre y pone en peligro muchos puestos de trabajo. Forma parte de esa línea de desconfianza que está generando el gobierno socialista de Pedro Sánchez que lo vemos también en la destrucción de 200.000 puestos de trabajo en España. Lo que pedimos es la seguridad y la estabilidad que proporcionaba  el Gobierno del Partido Popular”

 

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