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San Fernando

Un Domingo de Ramos excepcional vivido con intensidad desde el interior de los templos

Hermandades como Columna y la de Humildad y Paciencia montaron sus misterios para sorpresa del público que alabó las iniciativas de las juntas de gobierno.

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El Domingo de Ramos en San Fernando se vivió con gran resignación de los cofrades por no poder realizar su salida procesional por segundo año consecutivo. La pandemia hizo que el año pasado las hermandades tuvieran que suspender sus cultos y vivir el confinamiento en casa, este año los cofrades pudieron celebrar sus cultos internos, y pese a la negativa del Arciprestazgo de montar altares extraordinarios, hermandades como Columna y la de Humildad y Paciencia montaron sus misterios para sorpresa del público, que guardando las medidas de aforo y mascarillas, alabó las iniciativas de las hermandades en la escenificación de sus misterios pasionales.      

La Hermandad de Cristo Rey mostró a sus titulares en el altar, junto a los candelabros de cola del palio de la Virgen de la Estrella.        

La cofradía lasaliana recibió días atrás la talla del canasto del paso, obra del taller de Hermanos Caballero, que de esta forma avanzan en su talla, aunque no podrá apreciarse hasta una próxima salida procesional, que se espera sea lo más pronto posible, señal de que la pandemia remite.        

Columna hizo que el hermano número 1 Manuel Valverde Gutiérrez abriera las puertas de la iglesia Mayor para el inicio de las visitas. El montaje ofrecido por la hermandad incluía a Jesús Atado y Flagelado en la Columna por los sayones, ante la mirada de San Pedro, cuya presencia era una novedad.        

Hubo repique de campanas a la hora de salida y ofrenda floral de la cuadrilla de cargadores.        

A las cinco de la tarde se abrían también las puertas de la iglesia de San Servando y San Germán, en la Ardila. Antes de la apertura ya había una gran cola de público para entrar y ver a los titulares, y mereció la pena. La cofradía de la Ardila montó la escenificación de su misterio, con la novedad de los plumeros de los romanos, que sustituyen a los anteriores cepillos. El Domingo de Ramos dejó ver que las cofradías han seguido trabajando pese a la pandemia.

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