El Sevilla volvió a caer derrotado en el Santiago Bernabéu pero demostró que continúa en la línea competitiva de este mes. Dentro de las limitaciones que tiene este equipo, fue capaz de mantenerle el pulso al Real Madrid hasta el minuto 81, en el que Modric decidió el choque con un gol desde la frontal.

El conjunto nervionense se plantó muy bien en el feudo blanco y fue de más a menos. No fue superior a su rival, pero tuvo momento de descaro en los que pudo haber dado la sorpresa ante el líder de la liga. Al igual que ante el Valencia, la producción ofensiva fue bastante escasa y el único que fue capaz de rascar algo fue Isaac Romero, que tuvo una ocasión clara y le dio una buena asistencia a En Nesyri.

Dejando de lado esos dos zarpazos, el duelo fue una prueba de sufrimiento constante. Nyland volvió a ser clave manteniendo vivo en los momentos en los que el Real Madrid apretó más. Una parada suya a Valverde y otra a Vinicius dejaron que el Sevilla llegara vivo al tramo final del encuentro.

Fue en el minuto 81 cuando el equipo blanco se llevó los tres puntos. Modric entró para un rato y en ese rato fue decisivo. Recibió en la frontal un mal despeje de Badé, se limpió a Soumaré con el control y la metió desde la frontal del área. En este tanto, los futbolistas sevillistas pidieron fuera de juego posicional de Rüdiger. Tras ese gol los locales dejaron de apretar pero a los hombres de Quique Sánchez Flores le faltaron piernas para pelear.

Lo malo fue el resultado, que al final es una nueva derrota que rompe la racha de cuatro partidos consecutivos invicto en la liga. Lo bueno fue que estos jugadores siguen luchando y han recuperado ese gen competitivo que no encontraban esta temporada.

Tras este partido el Sevilla mantiene su posición en la decimoquinta plaza en la tabla. Los de abajo no están sacando puntos y el conjunto nervionense mantiene un buen colchón de seis puntos sobre los puestos de descenso a la Segunda División.