Tres lineas rojas e inamovibles:
romper relaciones con Endesa, personarse como
acusación popular contra la reapertura de Aznalcóllar y
topar los precios del alquiler. Esas son las condiciones que ha puesto Con Podemos-IU
para seguir negociando los presupuestos con el PP y que
chocan frontalmente con las posiciones que históricamente ha mantenido el gobierno de José Luis Sanz.
“No queremos ni titulares ni posicionamientos sino medidas”, insistía la portavoz del grupo, Susana
Hornillo ante la prensa tras la
reunión que había mantenido a primera hora con el alcalde de Sevilla, José Luis
Sanz, para analizar las
19 enmiendas parciales que la confluencia ha presentado a los primeros presupuestos del popular.
Con Podemos-IU va
“a por todas”, aseguraba Hornillo sobre sus
líneas rojas inamovibles ante la dificultad de que el PP las acepte. “Sabe que está
gobernando sin mayoría absoluta, nadie ha dicho que la negociación sea fácil”, insistía, apuntando que la
única forma para seguir negociando porque “se puede
transitar hacia otro modelo”.
Hornillo también ha apuntado que ninguno de los
dos escenarios que se plantean le gustan, como es unos presupuestos de Sanz que podrían
aprobarse con Vox, o una
prórroga de los actuales del PSOE, que aseguraba tampoco le gustan porque
se pactaron con Ciudadanos.
La primera de las líneas rojas tiene que ver con
Endesa, “que está vulnerando los derechos fundamentales” de los ciudadanos y ante la emergencia climática plantean
romper relaciones con la compañía eléctrica y avanzar hacia
otro modelo de suministro, creando, por ejemplo, una empresa pública que dé cobertura, al menos, a los edificios municipales.
“No puedes dejar los derechos en manos de una compañía privada”, insistía.
La segunda línea roja es ambiental,
“frenar” los vertidos de la reapertura de la mina de Aznalcóllar en el Guadalquivir,
personándose como acusación particular contra la reactivación de la actividad extractiva. El Gobierno de Sanz ya les contestó en un pleno que
no era de su competencia.
La tercera es
topar los precios de los alquileres a partir de la jurisprudencia y de la Ley de Vivienda que permite limitarlos en
zonas tensionadas, porque Sevilla está “rendida al lobby turístico”.
En cuanto a las
enmiendas parciales, Hornillo ha asegurado que no son de su grupo sino de la “sociedad civil”, por lo que espera que Sanz “escuche a la gente”. Entre ellas está la
memoria histórica,
violencia de género, ayudas para el
colectivo trans,
ventanilla única para la tercera edad en la administración local,
reforma del mercado de San Jerónimo, mejoras en las
piscinas de San Pablo y el
Pulmón Verde, todas
“demandas históricas” que no se han tenido en cuenta.