La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir asegura haber acogido un gran volumen de propuestas para el Plan 2022-2027, un proyecto que va sujeto al nuevo escenario de sequía, efectos del cambio climático, en el que actualmente se encuentra la cuenca.

El pasado 22 de diciembre concluía el plazo para la presentación de alegaciones al Proyecto de Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir para el periodo 2022-2027, dando por iniciado el proceso de análisis de todas las propuestas recibidas. A palabras del secretario de Estado de Medioambiente, Hugo Morán, “se registra un alto grado de satisfacción por el gran volumen de aportaciones que hemos acogido”.

Con un total de 252 alegaciones recogidas y bajo la afirmación de “lo que se escribe en el plan de cuenca es para cumplirlo y ejecutarlo”, el secretario explicaba que este proyecto se adapta a las nuevas necesidades que ha traído consigo el cambio climático. “La situación en la que nos encontramos es que la capacidad de ocho mil hectómetros cúbicos ha quedado tras estos dos últimos años, en  dos mil hectómetros cúbicos, es decir, una cuarta parte de lo que acogía en su momento”.

En esta línea, el secretario añadía que “no hay posibilidad de poner ni un solo metro cúbico más de agua a disponibilidad de nuevas actividades y cursos económicos” y señalaba que precisamente era “más bien al contrario”, apuntando que el objetivo de este proyecto es “implementar al máximo la gestión en términos de eficiencia para que mediante los mecanismos de ahorro seamos capaces de suplir, consolidar, la actividad económica que en estos momentos se desarrolla en la demarcación vinculada al uso de este recurso”.