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Gloria Elizo: “No hay futuro en ningún proyecto político basado en el hiperliderazgo”

Entrevista con la vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso de los Diputados y parlamentaria de Unidas Podemos

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  • Gloria Elizo. -

Gloria Elizo, abogada, ex jueza, parlamentaria por Unidas Podemos y vicepresidenta tercera del Congreso de los Diputados, ha descendido hasta los albañales del poder para retratar al comisario José Manuel Villarejo como un tipo no demasiado relevante, pero que ha estado siempre junto a las personas que sí han tenido capacidad de decisión política y económica.

Fruto de este trabajo de investigación y documentación, llevado a cabo con  Pablo M. Fernández Alarcón, es el libro El emérito de las cloacas, publicado por Escritos Contextatarios y presentado por la autora el jueves en la Fundación Cajasol en Cádiz, y cuya principal conclusión es que es preciso avanzar decididamente en las medidas anticorrupción y de regeneración, así como poner en valor las instituciones democráticas como la Justicia o los propios medios de comunicación.

La prensa, advierte, ha servido para poner en marcha estrategias destinadas a socavar la credibilidad de formaciones políticas como la suya con el concurso del propio Villarejo. Y, pese a estar basadas en mentiras, han producido un efecto devastador. Todo esto “ha tenido una influencia directa en la imagen de Podemos”, lamenta, reconociendo, sin que le duelan prendas que la formación no atraviesa sus mejores momentos desde que irrumpiera en el tablero político con cinco escaños y 7,96% de los votos en las elecciones europeas de 2014. “Las encuestas no son buenas porque demuestran en estos momentos una tendencia lineal de pérdida de apoyo electoral”, explica Elizo, quien apunta al desastre de la pasada cita con las urnas en Andalucía, el 19 de junio, como un punto de inflexión que obliga a reflexionar sobre el camino que debe seguir el partido en el futuro inmediato.

La dirigente de la formación morada, muy crítica tradicionalmente con la dirección, resta importancia a las luchas intestinas, pese a que cuando hace sus declaraciones a INFORMACIÓN aún colea en las páginas de los periódicos la bronca momunental de la coalición en el Parlamento andaluz que se saldó con la expulsión de Podemos de la Mesa de la Cámara por parte de IU y Más País. “No creo haya más pelea en las izquierdas que en los partidos de derecha por más que duela ver” episodios como el referido “en los medios de comunicación cada día”. Aún no había estallado la cruenta confrontación entre Santiago Abascal y Macarena Olona, que podría haber puesto como ejemplo de lucha fratricida en el extremo del espectro político, pero sí ilustra su afirmación con la crisis del PP. “Pablo Casado estuvo sometido tres días a una presión insoportable” por los compañeros de filas, recuerda, y acabó abandonando la Presidencia de la formación por la gatera.

Para Elizo, la clave está en la autocrítica y en la necesidad de llevar a cabo un profundo proceso de debate que anteponga el proyecto político a la discusión partidista y la confusa sopa de siglas. “Estoy convencida sinceramente que la experiencia de las pasadas elecciones andaluzas nos ha demostrado que no se puede funcionar al modo clásico de suma de partidos para operar electoralmente en un momento en el que nos falta mucha credibilidad para operar en el terreno de lo público”, asegura. “Si queremos sacar a la gente de la abstención, si queremos movilizar a la gente de nuevo, hacen falta fórmulas comprometidas, con solvelcia, con medidas solventes, para conseguir ser altenativa de gobierno”, agrega. Y remarca, en este sentido, que “no podemos abandonarnos a ser únicamente una fuerza más o menos de refuerzo del bipartidismo, a eso no vinimos. Tenemos que ser inteligentes y generosos con propuestas para cambiar estructuralmente las deficiencias democráticas y con medidas sociales realmente efectivas con políticas públicas eficientes” que convenzan e ilusionen.

Por ello, también recomienda aparcar el debate sobre el nombre de la persona que debe estar al frente del proyecto. “No hay nada que tenga futuro en la política y en las próximas convocatorias electorales que se base en hiperliderazgos”, responde cuestionada sobre la horfandad en Podemos tras la marcha de Pablo Iglesias y la campaña de Yolanda Díaz para impulsar una nueva plataforma. “Tenemos que hablar de estructuras organizativas, ese es el gran reto de la izquierda democrática”, admite. Porque, pese a que Podemos ha logrado sentar a sus dirigentes en el Consejo de Ministros, muestra una severa debilidad territorial.

Elizo considera sin atisbo de duda que, en el año 2015, se cometió un error garrafal al tomar la decisión de no concurrir a las elecciones locales. “Aquello nos desasistió de la capacidad de creación de estructuras municipales potentes que son fundamentales para la movilización social y política y reforzar la propia estructura estatal”, argumenta. Sumado a los problemas internos, “se ha terminado por vaciar al partido no solo en términos  de organización en todos los ámbitos, que cada vez es más pírrica, sino también en términos de militancia y participación”, advierte. Con todo, es optimista de cara a mayo de 2023 porque “lo que no ha demostrado la política en los últimos tiempos es que en un mes puede cambiar” radicalmente el panorama. Si se hacen los deberes, hay opciones de revalidar gobiernos locales como el de Cádiz, dice. “Ignoro si finalmente (el alcalde, José María González) Kichi volverá a ser candidato o no, “pero creo que los perfiles de las personas de izquierdas que están en el Ayuntamiento” de la capital gaditana “son capaces de superar los errores cometidos, hablar de políticas públicas concretas” y continuar con el proyecto de transformación política y social iniciado en 2015, concluye.

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