La Fundación Cajasol ha inaugurado el nuevo año cultural con la exposición ‘Váleme Señora. 775 años de devoción entre Dos Hermanas y Sevilla, una muestra que resume casi ocho siglos de vínculo entre la capital hispalense y esta histórica advocación mariana, nacida en el contexto de la Reconquista de la ciudad por parte del rey Fernando III ‘El Santo’ en 1248.
El acto de presentación, según ha informado la Fundación, ha contado con la participación del presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, el hermano mayor de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de Valme Coronada y San Fernando, Hugo Santos, el artista y colaborador en la muestra, Manuel Lombo, el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, y el arzobispo Emérito de Sevilla, D. Juan José Asenjo.
La muestra cuenta con más de un centenar de piezas, distribuidas en las distintas salas de este espacio cultural, que permite realizar una aproximación histórica al nacimiento de esta devoción y su evolución y vínculo con la ciudad de Sevilla a lo largo de los siglos, conocer aspectos de su multitudinaria Romería, o apreciar los detalles de su singular iconografía y los elementos más destacados de su patrimonio artístico. Asimismo, esta exposición se celebra en el marco del Año Jubilar concedido por la Santa Sede a la Hermandad de Valme con motivo del 50º aniversario de la coronación canónica de su titular, motivo por el que esta efeméride también tendrá especial cabida en el recorrido expositivo.
A lo largo de la historia, la devoción a la Virgen de Valme ha vivido dos momentos claves: los siglos XIII y XIX. En relación con el primero, en la exposición se puede contemplar el pendón de Axataf, último rey almohade de la ciudad y entregado por San Fernando como exvoto a la imagen mariana. En cuanto al segundo, tienen especial cabida las figuras de la escritora Cecilia Böhl de Faber, los Duques de Montpensier y el diplomático, poeta y empresario sevillano José Lamarque de Novoa, esposo de la también poetisa Antonia Díaz.
El siglo XIX supuso un momento de recuperación y auge de la devoción a la Protectora de la ciudad de Dos Hermanas y patrona de su Ayuntamiento. A través de su novela ‘La Familia de Alvareda’, la autora conocida popularmente por el sobrenombre de Fernán Caballero fue la encargada de rescatar del olvido la ermita de Nuestra Señora de Valme en el Cortijo de Cuarto así como del lamentable estado de conservación que presentaban tanto esta edificación como el pendón entregado por San Fernando. Tras tener constancia de este hecho, Antonio Mª de Orleans y Luisa Fernanda de Borbón decidieron sufragar la recuperación de este último en el año 1857, mientras que dos años después, en acción de gracias por el nacimiento de su hijo Fernando, encomendaron al arquitecto Balbino Marrón (autor, entre otros, de la fachada principal del Ayuntamiento de Sevilla) que dirigiera los trabajos de recuperación de la ermita. Esta nueva etapa de esplendor de devoción a Valme vivió otro momento relevante en 1894 con la creación de su tradicional romería por iniciativa de Lamarque de Novoa.
La exposición también ahonda en la iconografía y el patrimonio artístico de la Virgen de Valme. En lo relativo al aspecto iconográfico, uno de los aspectos más sorprendentes es el hecho de que la talla fernandina contara con candelero entre los siglos XVII y XIX, así como con atributos (por ejemplo, una mano más grande para portar cetro, una media luna que figuraba a sus pies) que igualmente aparecen recogidos en esta exposición.
En cuanto al patrimonio, destaca la selección de mantos (del medio centenar con los que cuenta) que se exponen en la sede de la Fundación Cajasol, que bien sobresalen por su antigüedad (algunos fueron creados para la etapa en la que la imagen aún contaba con candelero) o por la calidad de sus bordados, como es el caso del manto confeccionado por el Taller de Caro en 1968, el de castillos y leones elaborado en 1920 o, uno de los más recientes (2012) realizado por José Antonio Grande de León con bordados en oro, plata y sedas sobre terciopelo color cardenal, entre otros.
Otra de las piezas más relevantes que se pueden admirar en la exposición son el conjunto son las coronas de oro, brillantes y esmaltes labradas por Fernando Marmolejo para la coronación canónica de 1973 que, entre otros elementos, cuenta con los escudos de Dos Hermanas y de Sevilla, simbolizando el estrecho vínculo que ambos municipios han mantenido con esta singular devoción nacida en época medieval.
Aunque, donde mejor se pone de manifiesto este vínculo entre la ciudad nazarena y la capital hispalense es en la Romería de Valme -recientemente declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía y Fiesta Mayor de Dos Hermanas- “la Romería sevillana por excelencia y razón histórica" según citó Joaquín Romero Murube, que durante décadas formó parte del calendario festivo de Sevilla y en la que participaban carros y carretas engalanadas procedentes de los barrios de San Julián, la Puerta Osario, Triana o la Puerta de la Carne.
En esta muestra se puede conocer en detalle, entre otros, cómo se crean las singulares flores de papel rizado con las que se exornan las carretas y galeras de esta celebración romera o la propia carreta de la Virgen, que se expondrá en la entrada principal de la Fundación Cajasol con el exorno que lució en la Romería de 2022.
La exposición podrá disfrutarse hasta el próximo 1 de febrero, de 11 a 14h y de 18 a 21h, de lunes a sábados. Además, como es habitual, se organizarán visitas guiadas: individuales los martes y sábados, a las 11.00h, y los jueves, a las 19.00h. para solicitar visitas guiadas grupales se realizarán previa solicitud a través del correo electrónico: reservas@cajasol.com (con un mínimo de 20 personas y un máximo de 25 personas, y un precio de 3€ por persona)