El Auditorio Municipal de San Miguel, la antigua iglesia del monasterio hoy desacralizada, acompaña al mantenimiento de las costumbres.
Incluso hay parejas que quieren realizar el rito de las arras matrimoniales, conjunto de 13 monedas (una por cada mes del año más una por los pobres) que los novios intercambian en la ceremonia nupcial, un rito de origen mozárabe que responde a la traducción religiosa de una transacción comercial.
El auditorio, viernes por la tarde o sábado por la mañana, es el lugar preferido por los novios para celebrar la boda civil, si bien no son pocos los que optan por la firma de la documentación que certifica el enlace en las dependencias de la alcaldía, donde se puede llevar a cabo el proceso de lunes a viernes en horario laboral, por lo que suelen tener más opciones.
Entre los concejales, Alfonso Candón, edil de Participación Ciudadana y Mantenimiento Urbano y Fernando Gago, responsable de Turismo y Promoción de la Ciudad, son los preferidos por los contrayentes.
Cabe destacar que los ediles no reciben ninguna remuneración por representar al estamento civil en las bodas, pero desde el pasado 1 de enero los novios han de abonar una tasa municipal de 70 euros por casarse en el auditorio y de 40 si prefieren la Alcaldía, ya que hay que asegurarse un dinero para el mantenimiento.
Aunque el mes de septiembre sigue siendo el elegido por la mayoría de parejas para celebrar las bodas civiles en El Puerto, junio y julio se perfilan este año como los meses más solicitados registrando 12 peticiones de bodas civiles en cada uno de ellos.
En lo que va de año ya se han celebrado 25 enlaces, de los que cinco han sido de personas del mismo sexo. En el mismo período de 2009, los casamientos civiles fueron un total de 30, dos de ellos entre homosexuales.