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Aprobado de forma definitiva el Reglamento ético y de Buen Gobierno del Ayuntamiento

El documento entrará en vigor en quince días hábiles tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia

  • Imagen del Ayuntamiento de Cádiz -

El Reglamento ético y de Buen Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz, validado inicialmente en el Pleno municipal del pasado mes de febrero, ha sido aprobado de forma definitiva tras no recibir alegaciones en el periodo legalmente establecido para ello. El documento entrará en vigor en quince días hábiles tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) en el día de hoy. 

El concejal de Comunicación y Transparencia, Demetrio Quirós, argumentó en el Pleno en el que fue aprobado inicialmente que este Reglamento “fortalecerá a la institución municipal, ya que generará confianza en la ciudadanía al promover valores y principios éticos y procurar estándares de conducta para los cargos públicos y directivos locales”. Estos elementos de buen gobierno se encuentran ya recogidos en la Ley 19/2013 de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno.

El Reglamento ético y de Buen Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz tiene como objeto, ante el evidente deterioro de la confianza pública de la ciudadanía en las instituciones y responsables públicos, determinar los principios y valores éticos que en el desempeño de las competencias que tengan atribuidas deberán respetar quienes están comprendidos en su ámbito subjetivo, así como el establecimiento de un sistema de seguimiento y evaluación del mismo que garantice su eficacia como mecanismo de refuerzo de la calidad democrática del Consistorio.

Entre sus objetivos está integrar la dimensión ética y los principios de actuación y de buen gobierno en el Ayuntamiento de Cádiz, facilitar una gestión íntegra, eficiente y transparente del Consistorio y las entidades que integran su sector público local, reforzar los estándares de conducta en el ejercicio de las responsabilidades públicas, definir las líneas básicas que deben presidir la gestión pública local, delimitar las pautas de comportamiento para las adecuadas relaciones entre los ámbitos de gobierno y administración e incorporar las estrategias de actuación para la consecución de una democracia real y efectiva, a través de la participación ciudadana y el gobierno abierto.

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