La organización de la
Noche en Blanco no habría podido elegir un lugar
más idóneo para comenzar la
décima edición del evento. La
Casa de Pilatos es una
auténtica joya de la arquitectura sevillana, con un patrimonio que incluye una de las
mejores colecciones de esculturas clásicas de Europa, pero si además se acompaña de una
visita teatralizada de la mano de Engranajes Culturales, la invitación a seguir recorriendo la ciudad no sólo atrae, es que engancha.
La Noche en Blanco ha conseguido
superar las 165 actividades por toda la ciudad, especialmente en el centro histórico, pero el
tercer monumento más visitado de Sevilla, el palacio de la
Casa de Pilatos, a la caída de la tarde, era el
escenario perfecto para transmitir la idea de quienes hace diez años
se echaron la manta a la cabeza para trasladar a la ciudad una iniciativa que ya se hacía en otras urbes europeas,
abrir todos los espacios culturales durante una noche para que la ciudadanía pueda disfrutar de ellas.
Casi la totalidad de los espacios que requerían
cita previa habían agotado las reservas para incluso antes de este viernes y las que no,
se esperaban largas colas, como las que se forman cada año en San Luis de los Franceses, aunque hay otros, como la Catedral, que “no se llenan”, decían los responsables de Sevillasemueve, los organizadores de esta cita cultural que
cada año gana más adeptos.
Y este año, entre los patios sevillanos y las estancias a las que los
linajes de Enríquez y Ribera hicieron reformas y añadidos, con un claro estilo renacentista y muy marcado por la
afición de sus dueños por lo clásico, especialmente por la escultura, los organizadores de la Noche en Blanco han querido
reivindicar el valor de la industria cultural para dinamizar espacios que son una auténtica belleza patrimonial, al que aportan no sólo un valor añadido, sino también un
componente económico y de creación de empleo más que destacable.
Del
patio principal, donde destacan las
cuatro diosas que guardan sus esquinas, a la
majestuosidad del salón del Pretorio, pasando por el
intimismo de la capilla de la Flagelación al
sorprendente artesonado del gabinete principal, y recorriendo
sus dos jardines, el chico y el grande, una verdadera maravilla botánica salpicada por una impresionante colección escultórica. Y sus detalles y sus historias, como que el agua llegaba hasta sus jardines directamente de los
caños de Carmona gracias al
“raro” privilegio, el "agua de pie", que le había otorgado la Corona, como tenían otros palacios o los conventos.
Aquí, en este inmenso palacio, parte oficialmente la Noche en Blanco, que este año ha contado con la implicación de la
Fundación Casa Ducal de Medinacelli, que se ha volcado en otro de los eventos del año, el
Milenio del Reino de Sevilla, cuyos representantes han estado presentes en el acto inaugural, junto con los de
Caixaforum, también colaboradores, además de la
delegada de Cultura, Minerva Salas, y el
portavoz municipal del PSOE, Antonio Muñoz. En esta edición, los organizadores, además del apoyo de la citada fundación y
Engranajes, han contado con el patrocinio de
Cruzcampo y del
Museo Casa de la Ciencia.
La visita teatralizada de
Engranajes Culturales no sólo llegaba a la Casa de Pilatos sino que se extendía a
nueve de los monumentos y espacios que se han abierto esta noche para disfrute de todos los sevillanos, entre ellos el Palacio de Lebrija, otra de las joyas de la ciudad. Los grandes museos y espacios de la ciudad volvían a recibir a
cientos de ciudadanos, con programaciones específicas para una noche cultural en la que se han vestido de gala.
A las
visitas se unían también
propuestas de cine, teatro, artesanía, fotografía, música o pintura aunque siguen siendo los reyes de la noche el Archivo de Indias, la Catedral, la iglesia del Salvador, las hermandades de la Macarena, Sagrada Mortaja o la Lanzada y, por supuesto, el Museo de Bellas Artes o San Luis de los Franceses.
A pesar de que muchos de los lugares que participan en la Noche en Blanco son
centros de atracción de visitantes durante todo el año, muchos de ellos de
carácter público, Sevillasemueve ha querido poner el foco en la
iniciativa privada que “dan vida a la cultura de Sevilla,
más allá de las administraciones públicas”, y son muchas las entidades, los voluntarios, los amantes de la cultura, que
año a año ponen su “granito de arena” para demostrar el valor de este evento anual y del tejido cultural que existe en la ciudad. Disfruten de la noche y el año que viene, más.