El
Consorcio de empresas formado por
Alter, Cactussoft, Indaero e Integrasys, lanzará al espacio en
2025 el
primer satélite con tecnología cien por cien andaluza, Alpha, que tiene como objetivos, entre otras cosas, desarrollar
soluciones contra el cambio climático y la sequía.
El
satélite y todo lo que rodea a esta iniciativa han sido presentados en una jornada de trabajo realizada en el Real Alcázar de Sevilla, donde se han conocido los detalles de un
aparato que
operará en una órbita terrestre baja, OTB o LEO (acrónimo del inglés Low Earth Orbit), trabajando alrededor de la Tierra
entre la atmósfera y el cinturón de radiación de Van Allen, con un ángulo bajo de inclinación.
El coordinador de este proyecto,
el ingeniero José Lafite, ha afirmado, durante la presentación, que ponerlo en marcha supone “un paso más de un camino para poder
capacitar a la empresa y el ecosistema andaluz para poder llevar a cabo proyectos como este”, ya que “se trata de
hacer tecnología de Andalucía para Andalucía”.
Lafite sostiene, además que “no solo nos apasiona, sino que
estamos convencidos de que hay negocio”, y sostiene que “vemos el
espacio como una
oportunidad para estudiar cómo solucionar algunos de los
problemas con que nos encontramos”.
El mismo coordinador ha señalado que lanzar este satélite es un
paso más para asegurar la presencia europea en Marte en la primera misión en 2030, pero, sobre todo, "nos mueve la certeza de que en este sector
hay negocio, la pasión que como individuos nos mueve a
explorar el espacio, y el orgullo de que este proyecto se lleve a cabo
en Andalucía”.
Unas palabras que ha apostillado el
secretario general de Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía,
Antonio Posadas, que ha subrayado el apoyo del Gobierno andaluz a este proyecto, y ha felicitado “a todo aquel que tiene
depositada la ilusión de poner en órbita un satélite andaluz”.
Se trata de “una actuación que permitirá
impulsar el conocimiento en distintos ámbitos”, destacando la parcela destinada al
medio ambiente, como la posibilidad de tener “mejores datos
meteorológicos o entender mejor los efectos del
cambio climático”.
Se estima que el satélite tendrá una
vida útil estimada de al menos un año, con la posibilidad de
predecir incendios y catástrofes naturales, además de
optimizar el uso del agua en los cultivos o analizar las consecuencias de
fenómenos naturales como la erupción del volcán de la isla de La Palma en 2021.
Hasta ahora, las fases del proyecto se han ido cumpliendo, con el
cierre del presupuesto; el
inicio de fabricación en 2023; una
campaña de ensayos y de resolución de problemas en
2024 y el
lanzamiento previsto para 2025.