La
Policía Local de Sevilla ha tenido que
desalojar este jueves del
Pleno del Ayuntamiento
a sus propios compañeros, agentes del cuerpo y representantes del sindicato CSIF que llevaron sus
protestas hasta el propio salón, por lo que el presidente del salón, Álvaro Pimentel, tuvo que
ordenar su salida, algo tradicional en las sesiones plenarias y que
luego se repitió con las representantes del servicio de
ayuda a domicilio por interrumpir reiteradamente a uno de los miembros del grupo municipal de Vox.
El desalojo se producía en los
primeros compases del Pleno, cuando una veintena de
agentes sentados en el público se levantaban exhibiendo
pancartas reclamando
soluciones ante sus reivindicaciones y pidiendo
a voces “necesitamos atención”, momento en el que Pimentel procedía a
ordenar su desalojo al interrumpir el desarrollo de la sesión. Sus
propios compañeros de la Policía Local eran los encargados de
ejecutar el desalojo, que se llevaba a cabo
de forma ordenada y disciplinada.
CSIF ya emitió el miércoles un comunicado en el que denunciaba la
“total inacción” del nuevo equipo de Gobierno tras haber pasado un mes
sin respuesta a la petición formulada, el pasado 20 de septiembre, para llevar a cabo una
organización efectiva de los recursos con los que cuenta la Policía Local. "Cuatro meses después la llegada del equipo de José Luis Sanz a la Alcaldía,
todo sigue igual que en la anterior legislatura:
sin organización ni medios, con una
grave falta de seguridad en sedes y
sin unidad de intervención; seguimos siendo una
policía para eventos”, explicaba el delegado de CSIF en la Policía Local, Santiago Raposo.
La
reunión solicitada en septiembre al Jefe de la Policía Local, y
firmada por tres sindicatos más -UGT, CCOO y SPLS-, tenía como fin
trabajar conjuntamente para lograr una organización efectiva de los recursos, dado que “el servicio de policía local
lleva abandonado durante muchos años y necesita una transformación integral”.
Entre los
problemas concretos que se citaban se incluía los
“cambios temporales a la espera de un concurso de
traslados, la
segunda actividad y el interés por realizar una
nueva relación de puestos de trabajo (RPT)”, apuntando la
intención de la plantilla de “
consensuar una línea de trabajo con
reuniones periódicas que sirvan de
mesas técnicas para poder llevar, de forma consensuada,
acuerdos a la Mesa General de empleados y empleadas públicos”.
Según el sindicato,
el Ayuntamiento “adeuda” a la plantilla los
servicios extraordinarios de Semana Santa y Feria, fines de semana desde abril y los servicios realizados en las pasadas
elecciones municipales y generales, por lo que CSIF
reclama “un calendario de retribuciones para que no se produzcan nuevas demoras superiores a dos meses tras los servicios realizados”.
Faltan al menos 300 agentes
CSIF señala que la
plantilla actual de Policía Local roza el
millar de agentes, incluyendo las nuevas incorporaciones hasta la fecha. “Por RPT,
deberíamos ser 1.275, pese a que desde CSIF estimamos que esta ciudad
necesitaría 1.500 efectivos para prestar todos los servicios en condiciones idóneas”, señala Santiago Raposo. En este sentido, CSIF ha mostrado su
inquietud por los próximos refuerzos en diferentes unidades centrales, con profesionales que, en su gran mayoría, dejarán de prestar servicio en los distritos de la ciudad.
“El próximo viernes se producirá un
cambio de organización para muchos policías, con los que el Ayuntamiento busca
parchear problemas como los que se producen por la noche”, explica el delegado de CSIF en la Policía Local. “Todas las unidades se van a
nutrir, además de forma temporal,
de policías la mayoría provenientes de los distritos; una cuestión que desde CSIF
solicitamos que se hiciera de forma
consensuada con los representantes sindicales,
pero no se ha hecho.
Ha sido una designación de efectivos, pero ignoramos con qué criterio. El
único que se valora es la
antigüedad,
no los criterios de
mérito y capacidad, los cuales han sido obviados”.
Sistemas anulados por el hackeo
A toda la problemática persistente, hay que añadir la sobrevenida tras el hackeo al Ayuntamiento de Sevilla. Pese a que el Consistorio ha anunciado el
restablecimiento de la Sede Electrónica para la atención a la ciudadanía, la sección sindical de CSIF señala que, después del ataque informático,
algunas aplicaciones de uso interno no han vuelto a funcionar. Es el caso del programa para realizar los informes por los
accidentes de tráfico, “cuyas
diligencias tienen que ir a los juzgados
escritas en papel”, explica Santiago Raposo.
También es preocupante la
afección al programa Gemil, encargado
gestionar los sucesos que entrar en la sala de trasmisión del teléfono
092, “que ya estaba
desfasado antes del hackeo y que ahora, tras ponerlo de nuevo en marcha,
ya no responde, por lo que ahora para gestionar los sucesos que entran hay que una
usar una hoja de Excel, como cualquier usuario doméstico”.
A ello hay que añadir que, desde marzo de 2022, la
geolocalización de los patrulleros sigue sin funcionar: “el operador de radio tiene que recordar constantemente este fallo a los agentes que trabajan en la calle, por su propia seguridad”, apuntan.
Inseguridad en sede policial
A esta situación de caos se une la inseguridad presente en inmuebles como la
Jefatura de la Policía Local de Sevilla, donde uno de sus
accesos permanece, desde hace tres semanas,
abierto 24 horas por la avería de un motor de la puerta, siendo los propios policías de la unidad de seguridad los que intentan arreglar la avería para poder cerrar la puerta.
El problema de
inseguridad que sufre la
sede de La Ranilla fue puesto también en conocimiento del Ayuntamiento,
por escrito, también el pasado 20 de septiembre, por parte de la sección sindical de CSIF, en la que se subraya que “ya se han dado
numerosos casos de atentados a la autoridad, con el riesgo que entraña para el personal que se encuentra en estas instalaciones municipales”.
El texto indica que
el edificio carece de videovigilancia por medio de una grabación
nítida, que grabe
imágenes diurnas y nocturnas con una calidad aceptable, tanto de la entrada como de todo el perímetro. Un problema que provoca situaciones como la ocurrida en junio de 2021, como la
quema de un patrullero estacionado delante de la puerta de la sede,
que no pudo ser advertida. En el inmueble se encuentran asimismo el Centro de Control y Transmisiones, la Sala de Control de Tráfico, los armeros de la Policía o los propios servicios informáticos municipales que recibieron el reciente ataque informático al Ayuntamiento de Sevilla, recuerda CSIF.