El Ateneo de Sevilla ha querido rendir un homenaje a la figura del fallecido cantante, músico, compositor y poeta sevillano Pascual González, que fuera fundador del popular grupo musical Cantores de Híspalis, y lo va a hacer con una exposición artística multidisciplinar denominada “Por los caminos de la música” que se inaugurará la próxima semana, el 27 de octubre.
La muestra está comisariada por el escultor e imaginero Jesús Méndez Lastrucci y el pintor Luis Rizo Haro, vocal de la sección de Bellas Artes del Ateneo, y además de obras pictóricas y esculturas, en la exposición también se podrán contemplar elementos de la biografía de mítico cantautor sevillano como documentos u objetos fundamentales en su producción, su carrera y su vida, permitiendo al visitante descubrir, hasta el próximo 24 de noviembre, “un poco más de aquel que tan bien conocía la ciudad de Sevilla, a su gente, sus gustos, fiestas y devociones”, asegura la institución.
Entre los artistas participantes en la exposición se encuentran Alexandra del Bene, Ángel Luis Tejera, Antonio Dubé Herdugo, Antonino Parrilla, Beatriz Barrientos, Carmen Borrás, César Ramírez, Clemente Rivas, Elena Montero, Estepa Maíllo, Fernando Aguado, Fernando Vaquero, Francisco Borrás, Francisco Parra, Guadalupe de Guzmán, Huguet Pretel, Irene Dorado, Jacinto Pérez, Javier Aguilar, Javier J. Sánchez-Dalp, Jesús D. Benjumea, Jesús Méndez Lastrucci, José M. Ayllón Ayllón, José C. Lasso de la Vega, José Cerezal, José Manuel Peña, Juan J. Gómez de la Torre, Juan Miguel Martín Mena, Lourdes Cabrera, Lourdes Hernández, Luis Rizo, Manuel Téllez, Marian Macías, Miguel A. Domínguez, Miguel Caiceo, Nuria Barrera, Pepillo G. Aragón, Rafael Falcón, Raúl Rodríguez, Rocío Sáez Millán, Sabino Moreno, Sergio Sánchez, Sheila Criado, Teresa Guzmán, Ventura Gómez.
Sobre Pascual González, Pablo Borrallo, Vocal de Geografía e Historia del Ateneo, ha destacado en el tríptico que fue “un músico original, de evidente talento natural, que, con su estilo alegre, rítmico y armonioso, logró revolucionar el género de las Sevillanas al incorporar novedosos arreglos musicales e instrumentos, que elevaron el citado palo flamenco a las más altas cotas del panorama musical mundial. Virtuoso compositor y cantante singular, supo, como pocos, enarbolar el nombre de la ciudad que lo vio nacer allá donde actuó. Su dilatada y exitosa trayectoria, estuvo siempre marcada por declaraciones continuas de amor”.
Continúa Borralo asegurando que hoy en día “no puede entenderse la historia contemporánea de las Sevillanas sin Pascual González, quien con su explosión de alegría las popularizaría, aún más, a finales del siglo XX, de manera particular con enormes puestas en escenas en grandes espectáculos, que lo llevaría a alcanzar las primeras posiciones en las listas de éxitos internacionales. El amor y el desamor, los toros, Andalucía y, sobre todo, Sevilla con sus grandes fiestas primaverales- la Semana Santa y la Feria-, han copado el tema central de sus composiciones”.
Sevillanas como “Tócala, tócala”, “A bailar”, “Quiero cruzar la bahía” o “Que no nos falte de ná” entre otras muchas, forman parte del día a día de academias de baile por Sevillanas de todo el mundo, resalta Borralo, que además apunta que en su “espléndida trayectoria” brillan con luz propia dos grandes álbumes: “Sevilla reza cantando” y “Cristo, Pasión y Esperanza”, “que le llevaron a convertirse en un auténtico referente de las composiciones musicales de temática cofrade, constituyendo todo un legado musical irrepetible en forma de pregón, que forma parte del patrimonio emocional e inmaterial de la religiosidad popular sevillana”.