La exposición
"San Fernando, 'El que más temie a Dios'", que podrá verse en la
Catedral de Sevilla hasta el 7 de enero, reúne cincuenta
piezas de
gran valor histórico y artístico y conmemora el
775 aniversario de la restauración del culto cristiano en la ciudad, tras la conquista del rey santo.
La
espada "Lobera" del rey San Fernando, la
imagen de la Virgen de la Batallas que portaba en su caballo en cada una de las batallas en las que intervino -una pequeña talla de marfil hecha en Reims (Francia)-, el
propio pendón del rey y la
escultura de San Fernando de Pedro Roldán son algunas de las piezas que se mostrarán en la catedral.
Las piezas ocuparán
vitrinas dispuestas en el trasaltar, el trascoro y la Capilla de San Onofre, única que, en el Patio de los Naranjos, se conserva
de la que fue catedral mudéjar, ya que la exposición pretende dar idea igualmente de la
evolución desde la
reconquista de San Fernando en el siglo XIII a su elevación a los
altares en el XVII.
Otras piezas son el
cuadro que Murillo dedicó a San Fernando y el denominado
"Libro Blanco", que recoge las dotaciones del Cabildo desde los tiempos de San Fernando, padre y antecesor en el trono de Alfonso X El Sabio, de ahí que la muestra también lleve el lema de "E conquiso la cibdat de Sevilla que es cabeça de toda España".
"El que mas temie a Dios" es precisamente el
epitafio que Alfonso X dedicó a su padre y que aún se lee en el enterramiento del Rey Sabio, en la
Capilla Real de la Catedral de Sevilla, junto a la cual transcurre la exposición, que también integra
otras piezas textiles como parte del ropaje del rey, que son consideradas reliquias, y documentos históricos del archivo de la Catedral y de la Biblioteca Colombina.
Una
maqueta que reproduce la ciudad de Sevilla en la baja edad media y un plano de la
ciudad almohade ayudan a comprender también las dimensiones de la empresa que el rey San Fernando llevó a cabo, y las razones por las que se estableció en esta ciudad.
La muestra integra, a través de
realidad virtual, una
experiencia inmersiva en el cuadro del siglo XIX "Prostrimerías de Fernando III El Santo" que, obra de Virgilio Mattoni, es de
gran dramatismo por mostrar al
rey agonizante y desfallecido, sujetado por dos frailes y vestido solo con un camisón, en sus
últimos minutos de vida y antes de recibir la comunión, acompañado por sus familiares.
Con la ayuda de unas
gafas, que permiten un
ángulo de visión de 180 grados, el espectador se sumerge en el cuadro de Virgilio Mattoni, en el que las
figuras cobran vida con leves movimientos mientras que una grabación en audio explica cómo transcurrieron esas postrimerías del rey.
El
propio arzobispo de Sevilla, José Ángel Saíz Meneses, y los
canónigos de la catedral de Sevilla han experimentado esta experiencia inmersiva en la catedral gótica de mayor tamaño de la cristiandad.