Despidos por “obsolescencia programada laboral”. Ése es el término que han acuñado desde el comité de empresa de Ayesa Advanced Technologies (Ayesa AT), en el que tiene mayoría el sindicato UGT, para definir la situación sufre una parte de la plantilla de esta compañía tecnológica y que les ha llevado a convocar una jornada de huelga el próximo 24 de noviembre tras el despido de tres compañeros “con más de 20 años de experiencia” y sin recibir la formación de reciclaje que habían demandado desde la central sindical.
Según ha relatado Miguel Marín, presidente del comité de empresa de Ayesa AT, la compañía ha comenzado a despedir, en un “goteo incesante”, a una serie de trabajadores con un perfil muy claro: con más de 45 años y con más de veinte años de experiencia, obviando todos sus derechos adquiridos, y todo porque estaban especializados en proyectos muy concretos, en este caso para Enel-Endesa, el proyecto SCE ML, y que ya se “apagan”, aunque alguno se ha prorrogado.
“Llevamos dos años avisando de esta situación y reclamándole a la empresa un programa para reciclarlos”, apunta Marín, que recuerda que en este caso, aunque la tecnología pueda quedar obsoleta, “llevan años desarrollándola para este cliente, sacándole las castañas a Endesa y Ayesa” y cuando se acaba el proyecto, ni se les ha dado formación ni se les respeta sus derechos adquiridos. “Es la obsolescencia programada laboral”, critica.
“Otras multinacionales hacen lo mismo pero despiden con 45 o 50 días, lo que permite que el trabajador pueda buscarse la vida en otra empresa, que las hay a patadas”, asegura Marín, mientras que Ayesa sólo ofrece 20 días y con unas formas que dejan mucho que desear. Han sido tres los despedidos pero los dos últimos de esta última semana han recibido la comunicación el comité de empresa antes que ellos el despido. Es más, uno de ellos no sólo se enteró por el sindicato de su despido sino que el burofax le llegó un día después, relata Marín.
Uno de los despedidos incluso estaba en pleno curso de reciclaje en otras tecnologías, apunta, mientras destaca la valía de los ahora cesados: han sido jefes de proyectos, no desarrolladores de tecnología sino expertos en el mercado eléctrico, una experiencia que se valora en el sector, aunque Endesa “se lava las manos” mientras Ayesa AT “se acoge a su derecho a despedir”. “Habrá que ver qué opina A&M Capital”, decía María en referencia al fondo de capital que adquirió Ayesa y que le permitió integrar a Ibermática.
No es el único problema que están teniendo los trabajadores con la dirección de la empresa en materia laboral, según Marín, que apunta que la aplicación del acuerdo de teletrabajo también está generando malestar, puesto que la empresa ha optado por aplicarlo de forma unilateral sin tener en cuenta que debería ser pactado con el trabajador.
La ley permitía que en la aplicación se pudiera optar por hacerlo de manera individual o colectiva, pero la unilateralidad con la que la está llevando a cabo Ayesa AT ha provocado que se les denuncie ante la Inspección de Trabajo.
Actitud de "confrontación y desinformación"
Para UGT, la actitud de la empresa, especialmente con los despidos, no hacen más que corroborar la actitud de “confrontación y desinformación” de la dirección, aunque señalan especialmente a Recursos Humanos, que sigue teniendo “un trato inhumano con la plantilla, despidiendo a trabajadores y trabajadoras con años de experiencia, padres y madres que han visto cómo esta empresa no ha respetado su conciliación, y que a pesar de haberlo dado todo, los despiden sin darles la oportunidad de reciclarse. El programa Desarróllate, del que tanto hace publicidad la empresa, no es más que otra mentira”, denuncian.
“El final de un proyecto del que eres especialista, puede ser tu sentencia de despido”, resume el sindicato, que rechaza que la excusa económica sea motivo “para destrozar una trayectoria” y por ello exigen que la plantilla debe “tener la oportunidad de seguir, de utilizar nuestra experiencia en nuevos y complicados proyectos. No somos ganado, y esta empresa no debería tratarnos como tal”.
UGT ha convocado huelga el próximo día 24 de noviembre para decir a la dirección de Ayesa “que no aceptan ni un despido más, en una empresa que arroja cada año más beneficios” aunque antes habrá protestas ante la sede de la empresa y reparto de octavillas y panfletos previo a la reunión de la semana que viene en el CMAC (Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación).