Como respuesta a la sentencia, las familias de los imputados protagonizaron ayer una concentración en el Paseo de la Constitución, entre el aturdimiento por la ratificación de la condena, el descenso de sus esperanzas y la rabia contenida por la situación por la que atraviesan.
Las familias de los dos pescadores “están destrozadas” y por ahora desconocen si tienen que ingresar en prisión o si hay posibilidad de apelar la sentencia, si bien se especula con que disponen de diez días para tratar de enmendar su caso en los juzgados.
El concejal socialista Salvador Acosta señaló ayer tarde que se había perdido el contacto con los dos detenidos, mientras los familiares se plantean qué medidas adoptar para conseguir el regreso de sus seres queridos.
Según Acosta, “es una situación muy complicada, no sabemos dónde acudir”. El edil confirmó que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, medió en el caso, si bien sin el éxito deseado.
Acusación
Los dos barreños estaban acusados por la Justicia de narcotráfico tras haber sido hallados próximos a una moto acuática con ocho fardos de hachís con más de 200 kilos, localizada a 800 metros de donde fueron encontrados tras perderse y acabar varados en la costa marroquí.
Ambos reclamaban desde hacía varias semanas que el tribunal aceptara nuevas pruebas, lo cual hicieron en una apelación celebrada el 28 de septiembre. Mientras tanto, permanecieron en libertad vigilada en Tánger señalando que eran víctimas de un “desafortunado malentendido”.
La delegación barreña esperaba que cuando se dictara sentencia pudieran “volver a casa”. Por contra, el Tribunal de Apelación ha ratificado la primera condena que se les pedía, de tres años de cárcel.
Por su parte, la Junta de Portavoces barreña se comprometió ayer a “promover cuantas actuaciones resulten necesarias para que ambos sean liberados y pueden volver a casa lo antes posible”, a la par que a “remover cielo y tierra” a fin de que “con ellos se haga justicia”.