El
sindicato ASC ha convocado una
huelga de 24 horas este
jueves, 23 de noviembre, en
todos los centros de trabajo de Ayesa Advanced Technologies (Ayesa AT) en contra de la
política laboral de la empresa pero se enfrenta a un
nuevo reto, convocar un paro en una empresa de
consultoría tecnológica en la que
su plantilla teletrabaja al menos dos días a la semana, en la que han
cambiado las relaciones entre los propios empleados y, por supuesto, la
vida sindical.
Esta
situación novedosa, como recalcan desde ASC, nos es óbice para que este sindicato, que tiene
más del 40% de representación en Ayesa AT y en Atech BPO y que se define insistentemente como de clase frente a otros sindicatos con representación en el comité de empresa, en el que UGT tiene la mayoría y que ha convocado otro paro para el viernes 24, haya sido
el único que cite a todos los trabadores de todos los centros de trabajo de Ayesa AT para iniciar acciones de protesta contra la
política laboral de la empresa.
Los
trabajadores están llamados a comenzar el
paro a las ocho de la mañana
en cada uno de los puestos de trabajo que la empresa tiene
en toda España, aunque la compañía concentra la
mayor parte de la plantilla en la provincia de Sevilla, Cartuja y Vega del Rey principalmente. Más de
1.700 trabajadores en las sedes de
Sevilla, Madrid, Barcelona, Tenerife, Mérida, Toledo, Burgos, Jaén, Valladolid y Zaragoza están llamados a un paro que afectará a servicios de “muchas
Consejerías de distintas Comunidades Autónomas, del mantenimiento de los
sistemas de Endesa/ENEL o de otros servicios dependientes de
distintos ministerios”.
Sin embargo, como explica Marcos Prado de ASC, “con una
gran parte de la plantilla haciendo
teletrabajo, es
muy difícil medir la incidencia del paro,
no es un piquete en el que tú controlas quien entra y sale, es un reto, una situación nueva y que tendremos que
analizar cómo repercute el teletrabajo sobre el derecho a la huelga”, aunque en su caso estarán a las ocho en la
puerta del edificio ALIA, en Cartuja, sede de Ayesa, para hacer visibles sus
reivindicaciones contra la “nefasta y nociva política laboral” que ejerce la empresa contra los trabajadores.
Prado tiene claro que
habrá seguimiento porque “nos han trasladado de todos los centros que van a hacer la huelga”, han tenido muchas consultas de los trabajadores interesados en hacer el paro durante la jornada del jueves pero con la plantilla
teletrabajando en muchos de los puestos
“va a ser difícil medirla”, insiste.
Aún así, apunta que la
conflictividad en la empres
a “se veía venir” desde que entró el
fondo de inversión A&M Capital Europa en Ayesa y comenzaron a adquirir
nuevas compañías, como
Ibermática, la consultora vasca que tiene
4.000 trabajadores y “se solapan las plantillas”, de forma que ahora
la empresa tiene que “encajar las piezas”.
La
primera fase ha sido el
despido de empleados del mismo perfil, con más de 45 años y con una antigüedad de 20 años, lo que incrementa de forma considerable la masa salarial, ya que con la firma del último convenio colectivo la subida del salario base es de un 5% por trienio pero cuando alcanzan el séptimo y octavo el incremento es del 10% cada uno, de forma que “el desembolso de retrasos es muy grande”.
“
Los fondos de inversión quieren rentabilidad a corto plazo”, prosigue Prado, señalando que la empresa prefiere ahora
despedir a los de más antigüedad, sin reciclaje ni nada, pagarles la indemnización “porque
con el sueldo de ese trabajador pueden pagar a dos y con condiciones más precarias”. “Ellos lo llaman
depuración de sangre”, apunta.
E irá a más, apunta, y augura que
con el comienzo del año y ese “encaje de piezas” que debe hacer la empresa con
plantillas solapadas de consultoras y tecnológicas que hacen el mismo trabajo,
habrá más despidos, como ya ocurrió cuando Ayesa se hizo con Sadiel, recuerda.
Por eso
ASC ha mantenido su c
onvocatoria de huelga para este jueves, porque entiende que
los despidos continuarán en Ayesa AT y este paro “es sólo el
primer paso de un mayor número de movilizaciones que tendrán que venir si el rumbo de las políticas empresariales respecto a las condiciones laborales de la plantilla no cambia radicalmente”.
La huelga del comité de empresa y de UGT
Además, ASC
critica la postura del comité de empresa con respecto a la
huelga este mismo viernes, que fue convocada por
UGT después de que ellos la registraran, una jornada que entienden “haría menos daño a la empresa”. “
Ni han hecho un comité de huelga ni el resto de miembros del comité de empresa
conocíamos la papeleta cuando llegamos al Sercla”, asegura, apuntando que fue el propio funcionario el que reconoció que era una
“situación anómala” cuando tuvo que explicarles porqué se iba a la huelga el viernes.
Además, ha criticado que en el
acto de mediación,
Ayesa AT hizo una propuesta para no ir a la huelga, al mostrarse “abierta a
negociar con los sindicatos un
plan de formación de estos 21 trabajadores (que según Ayesa AT son los trabajadores afectados)
y tratar de no despedirlos, no obstante a esto último no pueden comprometerse por escrito, garantizando que en caso de despido, los trabajadores despedidos podrán realizar el plan de formación acordado”, lo que a juicio de ASC es
"minimizar" los despidos pero no ir contra la política laboral de la compañía.
Al respecto, ASC recuerda que,
como “sindicato de clase”, están
en desacuerdo con el comité de empresa y se han desvinculado por completo del paro del viernes. “La movilización de la plantilla es esencial. Sólo los trabajadores y las trabajadoras de Ayesa AT,
movilizados y organizados, podemos resolver la enorme cantidad de
problemas que hoy tenemos abiertos por una Empresa enemiga de todos nosotros y nosotras como lo reflejan sus políticas laborales y sus acciones en todos los ámbitos:
clasificación y promoción profesional, conciliación, igualdad, salud laboral, libertad sindical, etcétera”, insisten en un comunicado a la plantilla.