El Gobierno local va a implantar el Sistema de Información de Gestión Global del Gasto Local del Ayuntamiento de Sevilla (Sigglas) que permitirá controlar el gasto de cada euro que se vaya a invertir tras ser aprobado en Junta de Gobierno, controlando “el ciclo de vida de un expediente”, incluido el control y la fiscalización, lo que permitirá reducir los plazos administrativos hasta en un 80% en aquellos trámites “más farragosos” y que repercutirá, por ejemplo, en la mejora del tiempo de pago a los proveedores.
Según el delegado de Hacienda y Transformación Digital, Juan Bueno, con el Sigglas se pretende implantar un nuevo “modelo de gestión del gasto”, que más allá de ser una aplicación informática que agilice e implante los trámites digitales, que se pretende lleguen ya al 60% en 2024, se establezca una planificación basada en la eficiencia y eficacia, cuantitativa y cualitativa, que pretenda un “seguimiento continuo” de cada euro que se vaya a invertir tras aprobarlo el Gobierno local.
"Este sistema integral permitirá conocer no sólo cuánto se gasta, sino también quién, cómo, en qué, cuándo y dónde, permitiendo realizar una evaluación cualitativa y cuantitativa, automática y continua, del cumplimiento de planes estratégicos y programas presupuestarios", apuntaba, destacando como aspectos novedosos y pioneros tanto el sistema de extremo a extremo como el dato único, que permitirá reducir los errores materiales (por ejemplo, en la copia de expedientes) y que el documento que ya esté en la administración “no te lo pidan otra vez”, ejemplificaba.
El sistema Sigglas se comenzará a implantar a partir de 1 de enero de forma progresiva para extenderlo a todos los procedimientos a lo largo de 2024 y 2025, aunque ha apuntado que el objetivo es que sea “lo menos traumática posible” y “evitar colapsos”. Su implantación permitirá reducir los trámites de los expedientes en un 50% de media, como por ejemplo, el pago a los proveedores, según apuntó, aunque señaló que en aquellos “expedientes más farragosos” esperan que la reducción alcance hasta un 80%.
El Sigglas forma parte del Plan de Acción de Ciberseguridad en el que el Gobierno local tiene previsto destinar un millón de euros y que persigue “mantener el nivel de seguridad” conseguido tras el ciberataque de octubre y “reducir el nivel de riesgo al mínimo posible”, apuntaba Bueno.
Sobre el ciberataque, el delegado de Transformación Digital ha reconocido que “no hemos evaluado la repercusión (económica) porque estábamos más pendientes de su repercusión en el servicio público y lo que supuso”, reconociendo acto seguido que “no se puede evaluar” pero que sí se invertirá “lo necesario para que no vuelva a ocurrir”.
En este sentido, ha recordado que se han “blindado todos los equipos municipales” mientras entraba en vigor el Plan de Acción de Ciberseguridad e incluso se contemplan auditores que fijen cuáles son las necesidades presentes y futuras que tenga el Ayuntamiento en este aspecto. Sí que aseguró que “echo de menos algo parecido” del equipo de Gobierno anterior, que no invirtió lo necesario en siberseguridad.
Entre las medidas destacadas de este plan se encuentra la aprobación de una nueva Política de Seguridad de la Información que abarcará al Ayuntamiento y entidades municipales. Además, se contempla la contratación de un servicio de operaciones de ciberseguridad (SOC), el auditor externo, y una oficina técnica de seguridad de la información (OTSI).
El plan incluye la contratación de una oficina técnica de apoyo a la gestión de sistemas, la producción y potenciación de la oficina técnica en materia de protección de datos (OTPD), y la construcción de un nuevo Centro de Proceso de Datos (CPD) que respalde al CPD corporativo con el mismo nivel de calidad y seguridad.