El
proyecto de ampliación del
vertedero de residuos de la
Mancomunidad de La Vega tiene un presupuesto de
7.161.128 euros y un calendario de ejecución que se prolongará hasta el año
2028. Para ocupar la colindante cantera hasta la que se extenderá el depósito la Mancomunidad deberá
renunciar previamente a los derechos mineros que tiene sobre la misma.
Los
terrenos en los que se prevé ampliar el vertedero forman parte de una
cantera cuyos
derechos de explotación, según el Registro Minero de Andalucía, ostenta la propia
Mancomunidad de Servicios La Vega desde el 10 de septiembre de 2007.
El planteamiento de la
ampliación prevista contempla con carácter previo a la incorporación de la superficie donde se sitúen las
nuevas subceldas del vertedero la renuncia a los derechos mineros en el área afectada por la subceldas previstas que actualmente forman parte de la explotación minera. En consecuencia, en el momento de la incorporación de estas nuevas subceldas
no estarán afectadas por el régimen administrativo establecido
por Minas y podrán
integrarse en la Autorización Ambiental Integrada del vertedero de la Mancomunidad de La Vega.
En la zona donde se explotan los
recursos mineros existen diferentes
excavaciones y viales de explotación, pero las cotas actuales quedan alejadas de las cotas finales del aprovechamiento máximo de la cantera. La morfología de los
taludes finales y la base final del aprovechamiento se realizará siguiendo la
morfología que se ha definido para las tres nuevas subceldas.
Se han proyectado
cuatro modificaciones principales a la
autorización vigente en el ámbito del vertedero: la construcción de
nuevas subceldas, el nuevo
motor de cogeneración, el nuevo módulo de
tratamiento de lixiviados a instalar y la implantación de la
planta de estabilización de lodos procedentes de la evaporación forzada de lixiviados recogida en la AAI original. Estas tres últimas se ubicarán en la zona que actualmente ocupan las
diversas instalaciones de tratamiento de biogás que se sitúan entre las dos balsas de almacenamiento de lixiviados en el sur del complejo ambiental.
Respecto las nuevas
tres subceldas de vertido, ocuparán todo el límite norte de la instalación, dando continuidad a los residuos a depositar en la subcelda 4CN desde la subcelda 5 y, posteriormente, ubicando las celdas hacia la zona noroeste, hasta llegar al límite de la subcelda 6.
Se han proyectado
cinco fases de explotación para la construcción y explotación de las nuevas subceldas
conjuntamente con la deposición de residuos en la subcelda anterior. La primera es la faawe actual de explotación; la segunda contempla la explotación del recrecido sobre las celdas actuales y construcción de la subcelda 5A); la tercera se centra en la explotación de subcelda 5A y construcción de la subcelda 5B; la cuarta es la explotación de subcelda 5B y construcción de la subcelda 6; y ya la quinta y última es la explotación de la subcelda 6-
Las
actuaciones objeto de evaluación, se dividen en dos principales. La primera de ella afecta a la
zona del vertedero y a su ampliación e incluye
varios aspectos, siendo el primero de ellos la ampliación del vertedero de residuos no peligrosos con la construcción de
3 nuevas subceldas; y le sigue la implantación de un
segundo motor de cogeneración de 1 MW, para complementar la planta de aspiración y combustión de biogás, para valorizar el aumento de caudal de biogás generado por los residuos depositados en las nuevas subceldas.
A estas acuaciones se suma la implantación de un
tercer módulo de tratamiento de lixiviados con una capacidad de tratamiento de 4.000 m3/año, para complementar la planta de tratamiento de lixiviados mediante evaporación forzada, ya que con las nuevas subceldas aumentará la producción de lixiviado generado y la necesidad de tratamiento será superior a la capacidad de tratamiento actual; así como la implantación de la
planta de estabilización de lodos procedentes de la evaporación forzada de lixiviados
proyectada en 2006, para la solicitud de la AAI. Por motivos operativos esta planta no se llegó a construir.
La segunda zona en la que se actuación es en la
planta TMB de selección, incluyendo varios aspectos de mejora centrados en la implantación de un nuevo
módulo de film; otro
módulo de papel cartón; la implantación de un
nuevo Centro de Transformación de 1.000 KVA y un
nuevo Centro de Seccionamiento, para dar servicio al aumento de consumo eléctrico de la planta TMB por las modificaciones no sustanciales llevadas a cabo en la planta y por los dos nuevos módulos de film y papel cartón.
En la siguiente
tabla se muestra el
balance de tierras que existirá respeto la ejecución de los diferentes movimientos de tierras para el conformado de la geometría de cada una de las subceldas:
Hasta el año 2021, en el
depósito controlado se han realizado actuaciones de clausura en tres fases, siendo la superficie total clausurada de aproximadamente 5 hectáreas.
Dado que en zonas de las actuales subceldas
aún no se han llegado a cotas de clausura y que además la futura explotación de las subceldas 5A, 5B y 6 se apoyará parte en el residuo depositado en las subceldas autorizadas (4CN),
se ha previsto un plan de clausura para las superficies pendientes que concluiría en el año 2033.
Durante la
fase de construcción/explotación se va a producir un aumento de polvo, emisión de gases y ruido en el área, como consecuencia, principalmente, de los
movimientos de maquinaria pesada y de vehículos durante las labores de adaptación del vaso de vertido (movimientos de tierra, el transporte de materiales de construcción y el acceso de vehículos de técnicos y operarios). En las zonas de acceso a la actuación, el impacto va a ser provocado especialmente por el paso de vehículos pesados
(ruido y gases de combustión).
Durante la
explotación, las emisiones canalizadas (TRES focos)
se mantendrán y no variarán sus emisiones actuales. La ampliación supone la generación de un nuevo foco canalizado con las mismas características, pero con menor potencia (1 MWt).
Asimismo,
se incrementarán las emisiones difusas debidas al nuevo módulo de tratamiento de
lixiviados. El
resto de las emisiones difusas también se incrementarán al
crecer la cantidad de residuos tratados y, consiguientemente, los
rechazos que van a vertedero. Estos incrementos serán proporcionales a la cantidad de residuos tratados.