El
alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, presentaba este martes la
nueva unidad que pretende
acabar con el “paraíso de los grafiteros”, especialmente en determinadas zonas del casco urbano como San Julián, un
servicio al que se unirá el endurecimiento de las sanciones con la modificación de la ordenanza municipal, una
promesa electoral que el PSOE le ha aguado al asegurar que el
PP "ha reconocido” a través de una pregunta escrita que
en realidad es “la ejecución del contrato de la Gerencia de Urbanismo que fue
diseñado y licitado por el equipo de gobierno de Antonio
Muñoz".
Sanz se trasladaba hasta la zona de
San Julián para presentar la
nueva unidad antigrafiti de la ciudad, que cuenta con
diez equipos, con dos operarios cada uno y que ha sido adjudicado a la
UTE compuesta por
Haler S.A e Integra MGSI CEE Andalucía S.L. por
2,6 millones de euros y una vigencia de
dos años. La unidad cuenta con diez
vehículos eléctricos nuevos “tipo furgón con
depósito de agua de, al menos, 600 litros, para realizar estos trabajos y
máquina de pintura”, concretaba.
“Dijimos qu
e no íbamos a consentir que el Casco histórico más importante de España y uno de los más importantes de Europa
se convirtiera en el paraíso de los grafiteros y, evidentemente,
vamos a cumplir”, aseguraba Sanz, apuntando que la unidad que tendrá que
prestar especial atención a zonas como San Julián, “verdaderos paraísos de los grafiteros” pero que actuará por toda la ciudad, con
seis zonas específicas de actuación
priorizándose el eliminar pintadas y manchas de pintura en
espacios urbanos con algún tipo de protección o catalogación.
Sanz ha reconocido que este dispositivo
no será suficiente para acabar con el vandalismo pero ha recordado que está previsto
endurecer las sanciones con la modificación de la
ordenanza de limpieza, prevista para
febrero” y que ya anunció que contemplaba
sanciones de hasta 3.000 euros en el caso de que el objeto de vandalismo fuera
protegido o BIC (Bien de Interés Cultural)
Para responde
r "de forma ágil y eficiente" a estas actuaciones incívicas, y teniendo en cuenta que los
propietarios afectados "no tienen en muchas de las situaciones la capacidad suficiente para actuar,
hemos contratado este servicio específico para detectar y suprimir pintadas y manchas de pintura en fachadas, muros y paramentos de edificios públicos o privados que den frente o constituyan la imagen de los espacios públicos de la ciudad,
ya se trate de calles, plazas, avenidas o parques", decía Sanz.
El alcalde también hacía
balance de la situación de la limpieza, apuntando que “
ha mejorado un poco, pero todavía queda mucho por hacer hasta conseguir esa Sevilla limpia que queremos, queda todavía mucho trabajo por delante”, aunque sí que alababa a la plantilla de
Lipasam, que a su juicio está ahora “
mejor organizada, mejor gestionada y mejor planificada”.
También recordaba el alcalde que “cuando anunciamos nuestra lucha contra los grafitis, sobre todo en el Casco histórico,
nos dijeron que era imposible, que no existían estas unidades.
Tuvimos que ir a Oviedo, donde funciona perfectamente una unidad de este tipo,
para demostrar que era posible”.
El PSOE se atribuye la idea
Pero
quien se ha atribuido la idea es el PSOE. Así, con la presentación de la unidad aún en caliente, el PSOE emitía una nota de prensa en la que el
concejal socialista y miembro del Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo,
Francisco Javier Páez, revelaba que el equipo de Sanz, a través de una
respuesta escrita, “
ha reconocido que la unidad de limpieza contra los grafitis que se ha presentado como iniciativa propia
es, en realidad, la ejecución del contrato de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente que fue
diseñado y licitado por el equipo de gobierno de Antonio Muñoz”.
“Es más, ese
contrato heredado será, a tenor de este escrito, la
piedra angular de su estrategia de lucha contra las pinturas vandálicas dada su envergadura económica (1,3 millones anuales). Para colmo, dice que tomó el
ejemplo de la unidad antigrafiti de
Oviedo, cuando el contrato de Urbanismo, cuyos pliegos, hechos por técnicos de la propia
Gerencia de Sevilla,
precisaban ya el modo de trabajar que debería cumplir la empresa que resultara adjudicataria,
fue licitado en mayo pasado, y es ahora cuando comienza a ejecutarse", insistía Páez.
“Este
ejercicio de apropiación de Sanz llega a tal extremo que en la memoria anexa a su
borrador del Presupuesto de Urbanismo para 2024 sitúa este
contrato para la conservación, el mantenimiento y la protección del paisaje urbano de nuestra ciudad
como una novedad del nuevo gobierno, cuando fue diseñado y licitado en la etapa del gobierno de Muñoz”, insistía Páez, recordando que la iniciativa socialista “
se añadía a los trabajos propios realizados por la empresa municipal de limpieza Lipasam y a otro contrato específico que tiene Urbanismo para actuar contra pinturas
vandálicas en elementos patrimoniales (como edificios o esculturas) y que requieren un tratamiento especializado”.
El equipo de Sanz “
reconoce la envergadura económica de ese contrato y las
actuaciones específicas ya desarrolladas por
Lipasam, al tiempo que habla de modificaciones normativas para endurecer las
sanciones por incumplimientos, cuestión esta
sobre la que también trabajaba el anterior gobierno y para la que incluso se abrió a principios de año un
proceso de participación ciudadana”, criticaba el edil socialista.