La recuperación de edificios históricos singulares e industriales está suponiendo un ejemplo de revitalización en muchos municipios de Sevilla y un ejemplo de ese esfuerzo lo está dando Alcalá de Guadaíra, donde tras la apertura al público como museo de un antiguo molino de agua subterráneo, ahora proyectan, junto con Emasesa, transformar la antigua estación de bombeo Adufe Bajo en museo y centro cívico con fondos UE, ambos edificios con el transfondo del agua como elemento primordial.
Así, la pasada semana Alcalá abría al público como museo el Molino de la Mina, una infraestructura hidráulica "única en España" que data de los siglos XIV o XV, en desuso desde hace cien años, y cuya recuperación ha contado con fondos europeos, en este caso a través de la Estrategia EDUSI.
Ejemplo de molino hipogeo, todos los elementos de la edificación conservada son subterráneos, en su mayor parte debajo del Teatro Gutiérrez de Alba. Su acceso estaba antes limitado a un hueco sin escaleras, por lo que era desconocido al público, al que ahora se abre tras crearse un acceso y espacio museo anexo visitable, lo que supone, según el Ayuntamiento, un “hito sin precedentes”, que da mayor relieve al pasado industrial y patrimonial de la ciudad.
Desde la nueva estructura de entrada, acorde con el nuevo bulevar, se accede al subsuelo por un espacio expositivo y desde ahí mediante una pasarela al Molino, donde se conservan sus elementos, labrados en roca, y el cauce de un manantial subterráneo.
Esta recuperación de este patrimonio industrial se puede ver complementada con la rehabilitación del edificio que albergaba la antigua estación de bombeo de Adufe para el que Emasesa, junto con el Consistorio, ha elaborado un proyecto para conseguir fondos de los proyectos de desarrollo europeos con el objetivo de darle nuevos usos y recuperar este patrimonio industrial.
La intervención, para conseguir los fondos europeos aunque también está abierta a atraer otros recursos, debe integrarse en un “proyecto arquitectónico de carácter sostenible e inclusivo al contemplar un recorrido y recursos expositivos adaptados a las personas con singularidades físicas, sensoriales y cognoscitivas”, apuntan desde Emasesa.
Así, la intención es que el antiguo edificio que alberga la estación de bombeo y que se encuentra en buen estado de conservación, se convierta en un espacio expositivo museístico y de usos múltiples, entre los que se contempla la recepción de visitantes, un centro de interpretación de educación ambiental y una estación de transferencia de bicicletas, al encontrarse situado en el paseo de ribera que une la ciudad de Sevilla con Alcalá de Guadaira y que es muy transitado por ciclistas.
Emasesa ha licitado y adjudicado un proyecto técnico, que pretende potenciar y poner en valor el patrimonio industrial, con una integración paisajística para la que se aplicarán criterios de construcción sostenibles y de protección medioambiental. Para ello se utilizarán materiales procedentes del contexto inmediato (albero, cerámica, etc.) u obtenidos del reciclaje y se incorporará una instalación fotovoltaica para cubrir la demanda eléctrica del conjunto, asegurando una mínima huella de carbono.
El proyecto de recuperación
En la estación de bombeo Adufe Bajo, a pocos metros del río Guadaíra, convergen los antiguos manantiales de los que se nutría la empresa de aguas para abastecer a la población de Sevilla, pero dejó de cumplir la función para la que originalmente fue construida, adaptándose durante toda su historia a las transformaciones tecnológicas en la gestión del agua. En este sentido, es importante en este proyecto, no borrar las huellas de su memoria y ofrecer el edificio como un descubrimiento para la ciudadanía.
La visita a la zona museística se realizará a través de un laberinto ascendente que discurre por las entrañas del edificio-máquina hasta el lugar en el que estuvieron las bombas accionadas por máquinas de vapor y después eléctricas que posibilitaron su actividad más reciente. En la primera parte del recorrido, correspondiendo a la primera planta del edificio se conocerá la sala de las calderas de carbón y los aljibes, su correlación con los manantiales y con la bombeadora de agua. Además, se mostrarán las diferentes partes de edificio (máquinas, bombas, taller de reparación chimenea, grúa manual, tubería) y una maqueta del edificio mostrando las máquinas de vapor y su movimiento. En la planta segunda o “sala de control” de máquinas se dará a conocer la función del edificio y las dos épocas de la bombeadora a partir de una proyección audiovisual de luces y de video mapping sobre las instalaciones.
Y el segundo tramo de la visita comenzará en la Sala de Forja en donde se describirá la historia del abastecimiento de agua desde Alcalá hasta Sevilla, incluyendo una maqueta con la topografía de su recorrido que ordenará los dos momentos cronológicos: el abastecimiento industrial desde 1882 y el abastecimiento pre-industrial desde la época romana hasta el siglo XIX. Este espacio versátil, igualmente podrá ser utilizado como lugar expositivo y de celebración de eventos y conferencias, incluyendo sistemas de guiado, lectura fácil, textos braille y audio descripciones. Para la entrada a estos dos espacios se habilitará un ascensor con objeto de facilitar también su acceso a personas con necesidades de movilidad.
Por otra parte, la visita a la Estación de Adufe se completaría con un apartado de educación medioambiental en el que se tratarían asuntos como la necesidad de la reducción del consumo de agua, los nuevos planes de reutilización y desalación o la mejora de la eficiencia de la gestión del abastecimiento y saneamiento de agua, todo ello ante el escenario de escasez provocado por el cambio climático.
La historia del edificio
El edificio, construido en 1884 por la Seville Water Works Company y conocido en la época como “casa de máquinas” supuso un avance innovador al proponerse como un modelo de gestión que combinaba ciencia, industria y sociedad, con objeto de abordar uno de los principales desafíos del momento. Ubicado en el lugar donde confluían las aguas de todos los manantiales de Alcalá de Guadaíra, desde él se bombeaban y elevaban al depósito general desde el que se conducían a Sevilla.
A finales del siglo XIX Sevilla se abastecía fundamentalmente con el agua de escasa calidad que transportaban Los Caños de Carmona, por lo que el Ayuntamiento decidió buscar un sistema de traída de aguas más moderno, otorgando en 1882 la concesión de la prestación del servicio a la Seville Water Works Company Limited por un periodo 99 años. Esta compañía se comprometió en proporcionar un consumo de 100 litros de agua por habitante y día, para lo que construiría cuatro “casas de máquinas”, entre las que se encontraba la de Adufe y la conducción general desde Alcalá de Guadaíra, en cuyos manantiales se encontraban parte de los recursos del abastecimiento, a Sevilla, con una red de distribución de 155 kilómetros de longitud. Esta agua sería conocida como “agua de los ingleses”. No obstante, los incumplimientos por parte de la compañía, entre otras cuestiones, llevarían al Ayuntamiento en 1957 a rescatar la concesión.