El
exchófer del director general de Trabajo de la Junta de Andalucía Javier Guerrero,
Juan Francisco Trujillo, ha admitido este lunes en el juicio por una de las piezas separadas de los ERE
que usó parte de los 900.000 euros de dinero público que recibió de su jefe para cocaína y copas.
Trujilo ha ratificado ante el tribunal que le juzga en la Audiencia de Sevilla las
declaraciones que hizo en
2011 y 2012 ante la policía y la juez que comenzó la instrucción del caso ERE, Mercedes Alaya.
Tras intentar renunciar a su abogado al comienzo del juicio, lo que ha rechazado el tribunal, el acusado ha dicho que sigue siendo
"culpable" de los delitos de prevaricación y malversación, por los que la Fiscalía Anticorrupción le pide una
indemnización de casi
1,5 millones de euros y una
pena de 14 años de prisión y 30 de inhabilitación.
Durante el juicio celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Sevilla, el acusado se ha reafirmado en la declaración que hizo el 15 de diciembre de 2011 ante la Policía Judicial de Andújar (Jaén), en la que reconoció que había
recibido dos subvenciones de 450.000 euros cada una por parte de la
Dirección General de Trabajo.
De esa forma, ha vuelto a confirmar que destinó los fondos públicos entregados por el director general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Javier Guerrero, fallecido en 2020, a
cocaína, copas, fiestas, un piso y en terrenos.
Precisó que llegó a gastar unos
20.000 euros diarios y a consumir cada uno más de
cinco gramos diarios de cocaína, y también que dedicó dinero a
copas y a comprar fincas, un piso y regalos.
De igual forma, reveló haber realizado
alguno de estos regalos a Guerrero, aunque esta versión siempre fue
negada por el exdirector general de Trabajo.
Junto a él se han sentado en el banquillo de los acusados
Antonio Albarracín, exdirectivo de Vitalia, e Isidoro Ruz Espigares, el administrador de una de las empresas del exchófer, así como
la mujer del conductor, acusada como beneficiaria a título lucrativo de las ayudas de su marido.
El chófer también ha reconocido que
prestó 24.000 euros a su mujer, a la que el acusado ha querido
eximir de cualquier delito porque aseguró que ella
le devolvió el dinero tras hipotecar la casa, versión que ha mantenido la mujer.
Antes de sus declaraciones, Trujillo ha solicitado la r
enuncia de su abogado, José Manuel Sánchez, porque
no se sentía “bien atendido en las valoraciones que han mantenido ni en las valoraciones con la fiscalía”.
Ha asegurado no tener confianza en su defensa y
no sentirse “representado”.
La petición ha sido
rechazada por el Ministerio Fiscal, que ha añadido que el acusado ya tenía conocimiento de quién ejercería su defensa, y
la juez ha decidido rechazar su solicitud.