La
Plaza de la Encarnación cuenta ya con un
nuevo ejemplar de ficus, similar al que hubo que
talar a finales de octubre, y que en
15 años puede tener el mismo porte que su antecesor y para cuya plantación
se ha rebajado el parterre al menos 50 centímetros, con el objetivo de que, con un correcto
mantenimiento y riego pueda convertirse en otro
ejemplar singular que
devuelva a la plaza la “estética” que tenía anteriormente.
El ejemplar, de
quince años de edad y más de cinco metros de altura, había ya sido
plantado por los técnicos de Parques y Jardines
antes del “acto simbólico” que protagonizaban el
alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, y el
presidente de la Fundación Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero, la institución que ha dado un paso adelante para firmar un
convenio de colaboración con el Ayuntamiento con el objetivo de que
en Sevilla “no haya ningún alcorque vacío”.
Este
compromiso por la sostenibilidad de las empresas que forman parte de la fundación se
concretará con los servicios técnicos de Parques y Jardines, planificando la
plantación del millar de ejemplares que la borrasca Bernard arrancó de cuajo en toda la ciudad, un “
reto” que el propio Herrero destacó como una
forma de “devolver a la sociedad” lo que las empresas reciben de ella, una contribución para que Sevilla sea
“más agradable”, por la ciudad
“necesita sombra” para combatir el calor.
El alcalde, con esta plantación, recordaba que es
una más del plan con el que cuenta el Ayuntamiento, y que
finaliza este mes de febrero, de actuar en casi
1.200 árboles y alcorques de toda la ciudad, con el objetivo de
seguir incrementando el patrimonio verde de la ciudad y
recuperar especies emblemáticas que han ido desapareciendo.
En el caso concreto de este
ficus, de la especie
microcarpa, su altura supera ya los
cinco metros y tiene un
perímetro de unos 60 centímetros, y aseguran que tendrá el mismo
porte que el que fue apeado
dentro de diez o quince años. Los técnicos de Parques y Jardines calculan que
crecerá un metro por año y que la altura media en la ciudad de estos ejemplares suele estar entre los
35 y los 40 metros.
Para
garantizar su correcto crecimiento e integridad, se ha
rebajado el parterre algo más de medio metro, evitando así
asfixiar las raíces, como ocurrió con el anterior, mientras que el el resto del gran alcorque se ha plantado, además de la
primera línea de flores que ya estaba,
otra secundaria de arbustos.