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Jueves 02/05/2024  

Sevilla

Emasesa prevé cerrar el último ejercicio con unas pérdidas de 6,3 millones de euros

El CESS teme que la subida de tarifas propuesta acabe siendo superior y critica que se congelaran anteriormente por razones no económicas

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  • Un grifo de agua de uso doméstico goteando. -

La Empresa Metropolitana de Aguas de Sevilla (Emasesa) refleja en la Memoria de su Presupuesto 2024-2025, analizada por el Consejo Económico y Social (CESS), la difícil situación económica en que se halla, con una previsión de pérdidas al cierre del pasado ejercicio de al menos 6,3 millones de euros. La única solución para superarla es la subida de tarifas propuesta desde hace varios meses y que ni ha convencido a los grupos de la oposición municipal ni al propio CESS. El órgano consultivo del Ayuntamiento lamenta que durante tres años se congelaran por, según se colige de su dictamen sobre los Presupuestos municipales, motivos políticos del anterior gobierno local (PSOE).

Emasesa, de la que el Ayuntamiento de Sevilla es el accionista mayoritario, pone de manifiesto en su Memoria que viene sufriendo importantes pérdidas debido a dos circunstancias fundamentales. Por un lado, la situación de sequía que se sufre desde hace años nuestro país, y especialmente, nuestra región, de modo que la reducción del nivel embalsado en los pantanos que la abastecen provoca un incremento del gasto en productos necesarios para su potabilización; y, por otro, el incremento de costes de las materias primas, que ha dado lugar a revisiones extraordinarias de precios y desequilibrado las previsiones del Plan de Inversiones 2020-2024.

Además, a estos dos importantes condicionantes hay que añadir la concienciación de la ciudadanía, que ha respondido muy positivamente a las campañas dirigidas al fomento del ahorro (objetivo 90), lo que ha dado lugar a una reducción del consumo y, por tanto, se ha producido un ingreso de explotación menor al inicialmente previsto. Esto se traduce en la estimación de una liquidación del Presupuesto de 2023 de -6,3 millones de euros.

Ante esta situación, Emasesa propone una importante subida de tarifa como única medida posible para conseguir recuperar el equilibrio financiero sin merma de la calidad del servicio, sin perjudicar los planes de inversiones, esto es, ni el previsto para el cuatrienio 2020-2024 ni el correspondiente al período 2024-2027; y claro está, sin acudir al endeudamiento, lo cual en este momento no parece, según el CESS, "lo más adecuado teniendo en cuenta los tipos de interés actualmente vigentes en el mercado".

Esta importante subida de tarifas se realizaría introduciendo una serie de modificaciones en la Ordenanza Reguladora de la Prestación Patrimonial de carácter público no tributario, con la que se pretende un importante incremento de ingresos. De dichas modificaciones, por su trascendencia, hay tres aspectos fundamentales que destaca el Consejo Económico y Social.

Por un lado, reajustando la estructura de bloques de la tarifa. Los cambios introducidos en la estructura de bloques los considera el organismo consultivo adecuados puesto que desde que se implantó la tarifa por habitante se ha venido constatando un descenso en el consumo de agua que se ha agudizado en los últimos tiempos debido a las campañas de sensibilización por razón de la sequía, de modo que más de la mitad de los suministros se encontraban en el bloque bonificado.

Con la estructura propuesta se beneficiaría a los consumidores que realizan un consumo más eficiente de un recurso limitado como es el agua. Ciertamente quienes reduzcan su consumo de agua soportarán un menor incremento de la misma.

Por otro lado, se introducen cambios en la Ordenanza a los efectos de crear la tarifa para usos hoteleros y residenciales turísticos, diferenciada del resto de actividades comerciales e industriales, debido al mayor consumo que en dichos establecimientos se detecta.

Esta medida también le parece conveniente al CESS dentro del contexto y filosofía de la entidad, que persigue incrementar el coste del suministro a aquellos consumidores que hacen un uso menos eficiente del recurso, de modo que, habiéndose detectado un consumo mucho mayor en comparación con un domicilio destinado a residencia habitual y permanente, parece adecuado que estos establecimientos abonen una tarifa superior en base a dicha menor eficiencia.

No obstante, en relación con esta medida, preocupa al CESS la existencia de alojamientos turísticos que se encuentran integrados en comunidades de vecinos a los que, lógicamente, si disponen de contador comunitario se le aplica la tarifa general domiciliaria, creándose así una disparidad de trato para suministros que se dedican a la
misma actividad.

Y, por último, respecto de la subida general propiamente dicha, lo primero que destaca el Consejo es que es "realmente importante". En lo que se refiere al suministro doméstico se establecería una subida del 7,5% para la cuota fija de abastecimiento y del 18% para la cuota fija de vertido y depuración, que se reproduciría en el ejercicio 2025, con la mínima modificación de que la subida para la cuota fija de vertido y depuración se quedaría en el 17,5%.

La cuota fija en el suministro no doméstico sufriría la misma subida. Y en las cuotas variables, las subidas variarían en función de los tramos o bloques de consumo, que establecen tarifas más bajas para los consumos más eficientes y más altas para los consumos menos eficientes. De este modo, en los consumos domésticos, las subidas para 2024 se situarían entre el 5% para el tramo bonificado, al 17,5% en el tramo menos eficiente, estableciéndose unas subidas del 8,75% en el segundo bloque y del 15% en el tercero.

En 2025, la subida sería del 4,75% en el tramo bonificado y 8,75%, 15% y 10% en los tres siguientes tramos. El porcentaje de subida en consumos no domiciliarios también se distribuiría en los dos siguientes ejercicios, siendo sensiblemente superior en este ejercicio, en el que se situaría sobre el 20%, salvo en el consumo de centros oficiales donde subiría un 10%, siendo la subida prevista para el año 2025 del 12,5%, salvo la de los centros oficiales, en los que que permanecería en el 10%, y la de uso turístico, cuya subida para 2025 se mantendría en el 20%.

Partiendo de que el CESS entiende justificada la subida en atención a la necesidad de restablecer el equilibrio financiero de Emasesa, también considera adecuado que la subida sea más acusada para aquellos domicilios que no vienen haciendo un uso eficiente de tan limitado recurso, aunque en la Memoria de la empresa se realizan una serie de previsiones para establecer que la subida mensual en el suministro domiciliario puede ir desde los 1,15 €/mes en los domicilios con consumos en bloque bonificado a los 8,23 €/mes en los domicilios con consumo excesivo.

Sin embargo, sin intención de cuestionar dichos cálculos, el CESS cree que muy probablemente las subidas serán superiores dado que a la subida tarifaria propiamente dicha hay que añadir el ajuste a la baja de los tramos. Y añade: "Es decir, nos vamos a encontrar con muchas familias que en la actualidad están en un consumo que les permite la aplicación del tramo bonificado (que) van a pasar con el mismo consumo a encontrarse el próximo año en el bloque de consumo normal, lo que ya le supondrá una subida en su facturación, a la que posteriormente habrá que añadir la subida tarifaria".

El Consejo indica que esta importante subida propuesta, que entiende necesaria para el equilibrio financiero de la empresa, no puede justificarse en el hecho de que hayan transcurrido años sin tan siquiera actualizar la tarifa al IPC. Entiende el organismo consultivo que las cuestiones que provocaron las desviaciones presupuestarias indicadas en la memoria aparecieron mucho antes de 2023. Es decir, que la situación de sequía y el incremento de costes que ello supone, al igual que los incrementos derivados de la subida de materias primas y su repercusión al alza en la contratación pública, son cuestiones con las que viene trabajando la compañía desde hace años.

El CESS considera censurable que, a pesar de ello, año tras año se hayan omitido pequeños ajustes de la tarifa que podrían justificarse con el IPC, para en un solo año o en dos, como finalmente se plantea, pretender establecer la importante subida propuesta tras omisiones de subidas en 2020, 2021, 2022 que, entiende el Consejo, no obedecen a una falta de previsión por parte de la compañía, sino más bien a otros criterios de oportunidad que no guardan relación con la gestión de la empresa.

El Consejo entiende que hubieran sido preferibles pequeños ajustes anuales (que podrían justificarse con el IPC) que pretender establecer la importante subida propuesta tras omisiones de subidas en 2020, 2021, 2022, las cuales -estima- no obedecen a una falta de previsión por parte de la compañía, sino más bien «a otros criterios de oportunidad que no guardan relación con la gestión de la empresa».

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