La empresa
Ecosoil Gestión, vinculada al grupo constructor y de servicios malagueño
Sando, proyecta una
planta de fabricación de compost (oficialmente denominada Centro de Tratamiento de Residuos No Peligrosos) en el término municipal de
Lora del Río, a algo más de dos kilómetros de distancia del núcleo principal de población. La planta producirá
25.000 toneladas al año en la zona conocida como
Llano del Pino a partir de lodos de todo tipo de depuradoras como materia prima básica.
El objeto principal de la actuación proyectada es la
fabricación de compost para su empleo como
enmienda de suelos dedicados al cultivo. Este producto podrá obtenerse gracias a la puesta en valor de diversos tipos de residuos no peligrosos con un
elevado contenido en materia orgánica, principalmente lodos procedentes de la depuración de
aguas residuales (urbanas e industriales), aunque también será necesario incorporar al proceso otros residuos de naturaleza orgánica e inorgánica.
Para ello, se prevé la construcción y puesta en marcha de las varias instalaciones. La primera de ellas es la
Planta de Compostaje de Lodos de Depuradora y Residuos Orgánicos para la
fabricación de compost a partir de diversos residuos con
alto contenido en materia orgánica, principalmente lodos procedentes de depuradoras urbanas e industriales. El compost producido se empleará como
enmienda orgánica para suelos agrícolas.
En cuanto a la
Planta de Tratamiento de Residuos de Depuradoras y Limpieza de Alcantarillados, en ella se
acondicionarán estos residuos antes de ser enviados a gestor autorizado, con excepción de las
arenas procedentes de la depuración de aguas residuales, que se
cribarán y lavarán para posteriormente ser usadas como
material estructurante en el proceso de compostaje. La empresa promotora se ha comprometido expresamente ante la Administración a
no usar material catalogado como Sandach en cualquiera de sus grupos, es decir, residuos procedentes de
procesos de producción de alimentos con origen animal.
La Planta de Tratamiento de Residuos No Peligrosos constará de, entre otros, de
varios elementos para poder desarrollar los trabajos propios de su actividad. Así, la llamada
Zona 0, se dispondrá para el c
ompostaje de lodos y otros residuos (LER 190805 y otros). Aquí se producirá la
descarga de lodos,
restos de podas y otras sustancias y se realizará la
mezcla con otros materiales y el
tratamiento adecuado para transformarlos en el producto final en forma de compost. Es la
zona de mayores dimensiones de la planta. Ocupará una superficie de unos
9.107 m2, en el caso de la parte de almacenamiento de restos de
podas, y unos
6.314 m2, en el caso de la era de c
ompostaje y maduración.
La llamada
Zona 1 estará dedicada a la
recogida, almacenamiento y prensado de tamices, prensa y cribados, y dispondrá para ello de una superficie de
356 m2; en la denominada
Zona 2, se dispondrá el
almacenamiento temporal de todos los rechazos de las plantas a vertedero, y ocupará una superficie de
258 m2; mientras que la Zona 3, estará dedicada a la
limpieza de arenas, con unas dimensiones de
483 m2. Esta última zona dispondrá de un
área dedicada para Foso de descarga y tamizado de gruesos de las arenas, y una
arqueta de limpieza y desinfección, de las mismas dimensiones, con entrada/salida de agua para el tratamiento, en una superficie de
152 m2.
Se ha previsto igualmente un
sistema de riego para las eras de secado, mediante la utilización de un sistema de bombeo con motobomba sumergible y rociadores/aspersores adecuados a la superficie a regar, con objeto de en
época estival humedecer la materia depositada en la era de secado y maduración.
Los lodos se descargarán en una
zona denominada Recepción de frescos. Posteriormente se mezclarán con
restos de poda y otros residuos, tales como cenizas, en una
proporción que será
determinada por el laboratorio.
El
depósito de la mezcla adecuada se realizará en la
zona de compostaje, en forma de pilas o de mesetas. Dentro de las pilas se determinarán varios puntos para el control de los parámetros necesarios, tales como
temperatura, oxígeno y determinación del pH. Una vez estos parámetros lleguen a los límites, o bien cuando hayan vencido los días
estipulados (5-6 días), se procederá al volteo completo de las pilas, produciéndose las bajadas de los parámetros de control.
Transcurridas las
semanas necesarias de compostaje (una media de 12 semanas), se trasladará el producto a la
zona de maduración, donde permanecerá un periodo de
4-5 semanas más. Posteriormente se pasará el
compost acabado por un tromel de cribado. Finalizada esta operación se obtendrá un
material cribado y en condiciones de aplicación.
Los
camiones cargados con los diferentes residuos accederán a la planta por el
camino acondicionado para tal fin. A continuación se procederá a su
descarga en las zonas
habilitadas. En particular, los
lodos de depuradora y otros residuos serán descargados directamente en la
era de compostaje.
El
tamaño de las pilas se ha de diseñar de forma que
no sean muy altas, para evitar que los materiales se compriman excesivamente y así
el aire pueda circular a lo largo de aquéllas e impida la aparición de condiciones
anaerobias (ausencia de oxígeno); y
no sean muy bajas, pues el calor generado en su interior se disiparía rápidamente y las temperaturas alcanzadas no serían suficientes para que diese comienzo la
etapa termofílica, además de producirse una excesiva pérdida de humedad.
En el proyecto aparece una
balsa de lixiviados de 1.270 m2 de superficie y que será excavada en el propio terreno. Su fondo estará recubierto con una
lámina de PEAD de espesor mínimo 1,50 mm.
Emisión de olores
La empresa promotora reconoce que, posiblemente, el
principal problema de una actividad como la proyectada, en la que tendrá lugar el
compostaje aeróbico de residuos, sean los
olores provocados por la
emisión al ambiente de compuestos orgánicos volátiles (COV). Esta emisión se puede iniciar en la propia recepción de los residuos que se van a compostar, siendo en las fases iniciales del proceso cuando se alcanza el pico más elevado.
En el caso de que en el compostaje se produzcan condiciones anaerobias por una
incompleta o insuficiente aireación, se originarán compuestos de
azufre de olor intenso. Una degradación aeróbica incompleta dará lugar a la
emisión de alcoholes, cetonas, ésteres y ácidos orgánicos. Por último, un balance de nutrientes equivocado puede dar lugar a
emisiones de COV y amoniaco. La
degradación aeróbica y/o anaeróbica de los residuos que se tratarán en la Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos y Acondicionamiento de Aguas también
dará lugar a la emisión de malos olores.
Ecosoil, conocedora de estos problemas con los olores, afirma que llevará a cabo una
batería de medidas tanto preventivas como correctoras para minimizar este impacto.
La primera de ellas es la
ubicación de la planta a bastante distancia de cualquier núcleo urbano. Para minimizar el impacto por olores en zonas habitadas cercanas, el v
olteo de las pilas se realizará preferentemente en
días en los que el viento tenga escasa fuerza, siendo preferible la utilización de días de calma.
También se compromete a una
gestión adecuada del proceso para evitar condiciones anaerobias mediante un
control continuo del oxígeno presente en las pilas, la
temperatura en el interior de éstas y su
humedad;
volteos periódicos de las pilas; mezcla de residuos procurando que la
proporción de nutrientes sea equilibrada.
Además plantea una colocación de una
barrera vegetal alrededor de toda la parcela que tendrá el porte suficiente para
aislar visualmente la instalación y, a su vez, cortar la normal
circulación del viento a baja cota.
La empresa estipula que la planta tratará en la planta de compostaje unas
21.800 toneladas de residuos, aunque lo eleva a
25.000 toneladas en el proyecto final. De ellos, los residuos más
numerosos a tratar son los procedentes de
lodos procedentes del tratamiento de
aguas residuales urbanas, unas 17.250 toneladas.