Lodos de depuradoras, la base de la nueva planta de compost de Lora del Río

Publicado: 14/01/2024
La factoría producirá 25.000 toneladas al año de compost, la mayoría de ellos procedentes de la depuración de aguas residuales urbanas
La empresa Ecosoil Gestión, vinculada al grupo constructor y de servicios malagueño Sando, proyecta una planta de fabricación de compost (oficialmente denominada Centro de Tratamiento de Residuos No Peligrosos) en el término municipal de Lora del Río, a algo más de dos kilómetros de distancia del núcleo principal de población. La planta producirá 25.000 toneladas al año en la zona conocida como Llano del Pino a partir de lodos de todo tipo de depuradoras como materia prima básica.

El objeto principal de la actuación proyectada es la fabricación de compost para su empleo como enmienda de suelos dedicados al cultivo. Este producto podrá obtenerse gracias a la puesta en valor de diversos tipos de residuos no peligrosos con un elevado contenido en materia orgánica, principalmente lodos procedentes de la depuración de
aguas residuales (urbanas e industriales), aunque también será necesario incorporar al proceso otros residuos de naturaleza orgánica e inorgánica.

Para ello, se prevé la construcción y puesta en marcha de las varias instalaciones. La primera de ellas es la Planta de Compostaje de Lodos de Depuradora y Residuos Orgánicos para la fabricación de compost a partir de diversos residuos con alto contenido en materia orgánica, principalmente lodos procedentes de depuradoras urbanas e industriales. El compost producido se empleará como enmienda orgánica para suelos agrícolas.

En cuanto a la Planta de Tratamiento de Residuos de Depuradoras y Limpieza de Alcantarillados, en ella se acondicionarán estos residuos antes de ser enviados a gestor autorizado, con excepción de las arenas procedentes de la depuración de aguas residuales, que se cribarán y lavarán para posteriormente ser usadas como material estructurante en el proceso de compostaje. La empresa promotora se ha comprometido expresamente ante la Administración a no usar material catalogado como Sandach en cualquiera de sus grupos, es decir, residuos procedentes de procesos de producción de alimentos con origen animal.

La Planta de Tratamiento de Residuos No Peligrosos constará de, entre otros, de varios elementos para poder desarrollar los trabajos propios de su actividad. Así, la llamada Zona 0, se dispondrá para el compostaje de lodos y otros residuos (LER 190805 y otros). Aquí se producirá la descarga de lodos, restos de podas y otras sustancias y se realizará la mezcla con otros materiales y el tratamiento adecuado para transformarlos en el producto final en forma de compost. Es la zona de mayores dimensiones de la planta. Ocupará una superficie de unos 9.107 m2, en el caso de la parte de almacenamiento de restos de podas, y unos 6.314 m2, en el caso de la era de compostaje y maduración.

La llamada Zona 1 estará dedicada a la recogida, almacenamiento y prensado de tamices, prensa y cribados, y dispondrá para ello de una superficie de 356 m2; en la denominada Zona 2, se dispondrá el almacenamiento temporal de todos los rechazos de las plantas a vertedero, y ocupará una superficie de 258 m2; mientras que la Zona 3, estará dedicada a la limpieza de arenas, con unas dimensiones de 483 m2. Esta última zona dispondrá de un área dedicada para Foso de descarga y tamizado de gruesos de las arenas, y una arqueta de limpieza y desinfección, de las mismas dimensiones, con entrada/salida de agua para el tratamiento, en una superficie de 152 m2.

Se ha previsto igualmente un sistema de riego para las eras de secado, mediante la utilización de un sistema de bombeo con motobomba sumergible y rociadores/aspersores adecuados a la superficie a regar, con objeto de en época estival humedecer la materia depositada en la era de secado y maduración.

Los lodos se descargarán en una zona denominada Recepción de frescos. Posteriormente se mezclarán con restos de poda y otros residuos, tales como cenizas, en una proporción que será determinada por el laboratorio.

El depósito de la mezcla adecuada se realizará en la zona de compostaje, en forma de pilas o de mesetas. Dentro de las pilas se determinarán varios puntos para el control de los parámetros necesarios, tales como temperatura, oxígeno y determinación del pH. Una vez estos parámetros lleguen a los límites, o bien cuando hayan vencido los días
estipulados (5-6 días), se procederá al volteo completo de las pilas, produciéndose las bajadas de los parámetros de control.

Transcurridas las semanas necesarias de compostaje (una media de 12 semanas), se trasladará el producto a la zona de maduración, donde permanecerá un periodo de
4-5 semanas más. Posteriormente se pasará el compost acabado por un tromel de cribado. Finalizada esta operación se obtendrá un material cribado y en condiciones de aplicación.

Los camiones cargados con los diferentes residuos accederán a la planta por el camino acondicionado para tal fin. A continuación se procederá a su descarga en las zonas
habilitadas
. En particular, los lodos de depuradora y otros residuos serán descargados directamente en la era de compostaje.

El tamaño de las pilas se ha de diseñar de forma que no sean muy altas, para evitar que los materiales se compriman excesivamente y así el aire pueda circular a lo largo de aquéllas e impida la aparición de condiciones anaerobias (ausencia de oxígeno); y no sean muy bajas, pues el calor generado en su interior se disiparía rápidamente y las temperaturas alcanzadas no serían suficientes para que diese comienzo la etapa termofílica, además de producirse una excesiva pérdida de humedad.

En el proyecto aparece una balsa de lixiviados de 1.270 m2 de superficie y que será excavada en el propio terreno. Su fondo estará recubierto con una lámina de PEAD de espesor mínimo 1,50 mm.

Emisión de olores

La empresa promotora reconoce que, posiblemente, el principal problema de una actividad como la proyectada, en la que tendrá lugar el compostaje aeróbico de residuos, sean los olores provocados por la emisión al ambiente de compuestos orgánicos volátiles (COV). Esta emisión se puede iniciar en la propia recepción de los residuos que se van a compostar, siendo en las fases iniciales del proceso cuando se alcanza el pico más elevado.

En el caso de que en el compostaje se produzcan condiciones anaerobias por una incompleta o insuficiente aireación, se originarán compuestos de azufre de olor intenso. Una degradación aeróbica incompleta dará lugar a la emisión de alcoholes, cetonas, ésteres y ácidos orgánicos. Por último, un balance de nutrientes equivocado puede dar lugar a emisiones de COV y amoniaco. La degradación aeróbica y/o anaeróbica de los residuos que se tratarán en la Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos y Acondicionamiento de Aguas también dará lugar a la emisión de malos olores.

Ecosoil, conocedora de estos problemas con los olores, afirma que llevará a cabo una batería de medidas tanto preventivas como correctoras para minimizar este impacto.

La primera de ellas es la ubicación de la planta a bastante distancia de cualquier núcleo urbano. Para minimizar el impacto por olores en zonas habitadas cercanas, el volteo de las pilas se realizará preferentemente en días en los que el viento tenga escasa fuerza, siendo preferible la utilización de días de calma.

También se compromete a una gestión adecuada del proceso para evitar condiciones anaerobias mediante un control continuo del oxígeno presente en las pilas, la temperatura en el interior de éstas y su humedad; volteos periódicos de las pilas; mezcla de residuos procurando que la proporción de nutrientes sea equilibrada.

Además plantea una colocación de una barrera vegetal alrededor de toda la parcela que tendrá el porte suficiente para aislar visualmente la instalación y, a su vez, cortar la normal circulación del viento a baja cota.

La empresa estipula que la planta tratará en la planta de compostaje unas 21.800 toneladas de residuos, aunque lo eleva a 25.000 toneladas en el proyecto final. De ellos, los residuos más numerosos a tratar son los procedentes de lodos procedentes del tratamiento de aguas residuales urbanas, unas 17.250 toneladas.

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