No falla. Una vez más, en esta ocasión con las
borrascas Irene y Juan descargando sobre Castilla-La Mancha y Extremadura, la
macropresa portuguesa de Alqueva es la
gran beneficiaria de las fuertes lluvias en la parte española (supone el 80% del total) de la
cuenca hidrográfica del Guadiana, río del que se alimenta. Gracias sobre todo a esas precipitaciones en España, el embalse luso, el más grande de Europa Occidental,
ha vuelto a superar la barrera de los 3.000 hm3 de agua almacenada.
El pasado
16 de enero, la presa de Alqueva tenía una
reserva de 2.968,49 hm3 y el agua embalsada llegaba a la cota
146,70 metros. Entonces el caudal del río
Guadiana, del que capta el líquido elemento, alcanzó un
pico máximo de 28,08 m3 por segundo a su paso por la estación medidora de Monte da Vinha, situada tras la raya fronteriza con España.
Dos días después, el 18 de enero y tras las fuertes lluvias registradas en el Centro y el Oeste peninsular al paso de las borrascas Irene y Juan, la
reserva de Alqueva creció en 81,29 hm3 hasta superar de nuevo la barrera de los
3.000 hm3 y alcanzar 3.049,78. Es de esperar que esa reserva se incremente aún más merced a las escorrentías que vayan desembocando en el Guadiana y sus afluentes.
El
caudal del río a su paso por Monte da Vinha llegó a alcanzar picos del orden de
150 m3 por segundo, cinco veces más que en la antevíspera.
Según datos la
Agencia Estatal de Meteorología recogidos por el diario Hoy, se llevaban recogidos hasta las 18,42 horas del viernes 19 de enero
65,6 litros por metro cuadrado en Serradilla; 61,2 en Alcuéscar; 59,2 en Tornavacas; 57,6 en Badajoz (estación de la Universidad); 56,8 en Garganta la Olla; 48,8 en Cáceres y 46,2 litros en Mérida, como datos más significativos. En Plasencia fueron 45,7 litros.
Los embalses empezaron a ganar agua. Algunos, de forma muy rápida, hasta el punto de que
ocho de ellos, siete gestionados por la Confederación Hidrográfica del Guadiana y uno por la del Tajo, empezaron a aliviar. En territorio pacense, la presa de
Villar del Rey, de la que se abastece Badajoz, empezó a
aliviar agua y acumulaba 146 hm3 según datos del sistema de información hidrológica.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana indicó que esta presa, sobre el
río Zapatón, estaba soltando
66 metros cúbicos por segundo, "laminando una avenida de más de
800 metros cúbicos por segundo, protegiendo bienes y personas aguas abajo". Los
otros embalses que soltaron agua fueron los de
El Boquerón, Los Canchales, Cancho del Fresno, Cubilar, Proserpina y Horno Tejero.
Aguas abajo, la gran beneficiaria de estos desembalses y del incremento del caudal del río Guadiana ha sido la
macropresa portuguesa de Alqueva, convertida en la gran
esperanza de Andalucía para
paliar los efectos de la sequía, camino ya de los seis años, en nuestra comunidad.
DEMANDA A MADRID
Justo en medio de las dos fechas tomadas como referencia para comprobar la evolución de la reserva en Alqueva, la
consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, mantuvo una
reunión de trabajo con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en la que le expuso las
necesidades más urgentes para Andalucía en materia de agua.
Crespo ha manifestado, entre otras cuestiones, la necesidad de que las
negociaciones entre España y Portugal para destinar agua para Huelva se lleven a cabo
"con celeridad", algo que ha calificado como "fundamental para avanzar hacia el
equilibrio hídrico del territorio onubense".
A lo que ha sumado la petición expresa de la constitución urgente de la
comisión de los pasivos mineros de la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras y, en paralelo, la construcción de la
Presa de Alcolea.