Ecologistas en Acción ha hecho balance de las múltiples acciones y la participación en los actos conmemorativos del Día Mundial de los Humedales, destacando especialmente las realizadas en los humedales del Este de Sevilla, y que a su juicio constantan el reciente interés que se ha despertado en la sociedad sevillana por la conservación de estos ecosistemas, seriamente amenazados.
Así, la asociación conservacionista relata que este fin de semana se han dado cita numerosas iniciativas durante el Día Mundial de los Humedales para defender objetivos como la restauración ambiental, mejorar la conectividad fluvial o revertir el declive de biodiversidad. En Sevilla, además de la clásica reintroducción de aves en la Cañada de los Pájaros, se han celebrado algunas iniciativas que se hacían eco del estado actual de los humedales en nuestra región, como Lagunas de Tornero o las Lagunas del Este de Sevilla.
En concreto, el éxito de participación "puso de manifiesto el creciente interés por el estado de conservación de las lagunas del Este de Sevilla", destacan. Se trata de humedales estacionales que se nutren del agua de lluvia y mantienen el ciclo vital de especies amenazadas y protegidas según el Listado de Fauna Amenazada de Andalucía y la Directiva Europea. Su singularidad radica en el tipo de hábitat, las charcas y lagunas temporales mediterráneas, en una ciudad que viene sufriendo los efectos cada vez más evidentes de la prolongada sequía, los temporales y las altas temperaturas. "Por primera vez desde hace cuatro años que se vienen celebrando, ha sido la primera vez que la Laguna del Sapo en Sevilla Este no se llenado", inciden.
Las zonas verdes urbanas como esta, y el capital natural del que dependen, "confieren unos beneficios económicos que rara vez se tienen en cuenta". La contaminación del aire, asociada con millones de muertes al año en todo el mundo, es el problema ambiental más grave para la salud y acarrea enormes gastos a la sanidad, tanto privada como pública, destacan. La contaminación se incrementa en las ciudades a causa del efecto de isla de calor que también disminuye por efecto de la termorregulación de los “bosques urbanos”. La permeabilidad de los suelos, el secuestro de carbono atmosférico y los servicios culturales y de mejora de la calidad de vida, como la actividad física o la agroecología urbana, son solo algunos de los beneficios de las zonas verdes urbanas de más de media hectárea, alegan.
La punta del Iceberg del cambio global
Desde mediados del siglo pasado "asistimos a la desaparición paulatina de humedales en todo el mundo. La península Ibérica concentra un gran número de ellos". No obstante, desde la firma del Convenio Ramsar, han desaparecido más de la mitad, apuntan. Las lagunas permanentes en Doñana, por ejemplo, hace tiempo que dejaron de serlo y actualmente se secan durante el periodo estival. "Nos encontramos ante una situación dantesca, en la que la mayoría de las zonas húmedas se encuentran contaminadas o en un punto crítico de degradación y desaparición. Y cuando desaparece un humedal, con él desaparecen todos los servicios ecosistémicos que nos ofrece", alertan.
La contaminación del agua y la pérdida de zonas húmedas es un indicador inequívoco de los efectos del cambio global. El calentamiento climático, junto con la deforestación y la desertificación forman parte de un proceso que se viene llamando cambio global y está causando graves daños económicos y obligando al desplazamiento de miles de personas en todo el mundo, advierten. "A menudo no somos conscientes del grado de conexión entre ellas pero no cabe duda de que la sequía que sufrimos tiene consecuencias sobre el suelo y la productividad de los cultivos. Cuando se encuentran bien conservados, los humedales son los ecosistemas más productivos del planeta, concentrando el 40% de los servicios renovables, como por ejemplo el secuestro de carbono atmosférico, la termorregulación y la depuración del agua, a pesar del poco espacio que ocupan, entre un 3 y 5% de la superficie terrestre, tan solo una milésima parte del agua del planeta", apuntan.
También son los que contienen mayor biodiversidad, con más de cien mil especies diferentes algunas de ellas endémicas, especies que participan de funciones ecosistémicas clave en esos procesos. "Su desaparición a nivel global es sólo la punta del Iceberg, una pequeña muestra de los cambios que se están produciendo y los que nos quedan por ver", lamentan.
La desaparición de los últimos humedales naturales de Sevilla
La Plataforma Salvemos el Anillo Verde del Este (SAVE!) integrada por diversas organizaciones y personas a título individual, ha lemantado que "la situación actual de desprotección para muchos de ellos continúa e incluso ha empeorado a causa de la fuerte sequía que sufrimos. Situación que está siendo crítica en los últimos años para especies que se reproducen aquí, como el Triops baéticus, una auténtica joya faunística, endémica de Andalucía y protegida a nivel global, un verdadero fósil viviente que no ha sufrido cambios prácticamente desde el Triásico".
Así se le trasladó al Comité Andaluz de Humedales a través de un documento que hasta el momento ha recogido el respaldo de una veintena de colectivos, así como la adhesión de profesionales, científicos y científicas del CSIC, profesorado de la Universidad de Sevilla, y personas del ámbito académico y una petición que recoge más de 500 firmas, de manera que proceda la integración de ambas lagunas en el Inventario de Humedales de Andalucía.
La Laguna del Sapo y Buena Esperanza en el Distrito Este de Sevilla "constituyen el único vestigio que queda de un entorno que abastecía de agua la ciudad. Otras, como las lagunas de Torreblanca de los caños, permanecen solo en el recuerdo". Según esta plataforma el Anillo Verde del Este es "una oportunidad para conectar la red de espacios libres, que permitiría a este complejo de lagunas temporales servir de conexión con otras áreas verdes, parques y futuros espacios libres como se prevé en el PGOU de Sevilla".
Los planes urbanísticos para el Distrito Este "podrían suponer la destrucción de unos espacios naturales únicos en la capital", advierten. El proyecto de urbanización presentado para el desarrollo el SUO-DE-01 Santa Bárbara a cuya fase de exposición pública se presentaron numerosas alegaciones, "lleva consigo afecciones que deterioran gravemente espacios verdes ya consolidados y de valor ambiental". Asociaciones a nivel estatal, como Ecologistas en Acción, Greenpeace, Iberozoa, Adena WWF o SEO/BirdLife ponen de manifiesto la importancia de proteger dicho espacio en Sevilla, tanto desde el punto de vista ecológico como pedagógico. "Espacios como estos son el recuerdo vivo de la zona sobre la que se desarrolló nuestra ciudad, de la que quedan imágenes relícticas en las Lagunas del Este de Sevilla. Mirar este paisaje es mirar hacia un futuro más amable y verde y al mismo tiempo a la historia de la ciudad", concluyen.