Un sevillano ha conseguido r
ecuperar un medidor de campo, un aparato usado, entre otros, por los técnicos de antenas, que le habían
robado forzando su vehículo y que luego
encontró en una página de compraventa de segunda mano, gracias a un
dispositivo especial de la Guardia Civil, que consiguió
detener al vendedor e identificar a sus dos acompañantes, aunque será el juez el que determine si se le
atribuye robo con fuerza o, simplemente, recepción y venta de objeto robado.
Hace un par de semanas, el protagonista de este suceso sufrió un
robo con fuerza en su vehículo, en la localidad de Mairena del Aljarafe, cuando le fue
sustraído un medidor de campo, un aparato que utilizan los técnicos de antenas para medir y localizar las frecuencias, que le había costado
6.000 euros. Interpuso la
denuncia ante la Guardia Civil pero su sorpresa fue cuando
localizó en una página de compraventa de segunda mano, en concreto en
Wallapop,
un medidor de campo que reconoció al momento.
El aparato en cuestión no sólo tenía
el mismo número de serie que el suyo (datos que se habían incluido en la denuncia) sino que se ponía a la venta
con la misma bolsa con la que había sido robada, que tenía incluso sus iniciales.
Le pedían 1.300 euros, un precio muy inferior al original, y se interesó por él y
quedaron para la compra del aparato. Tras comunicarlo a la Guardia Civil, después de
dos intentos fallidos, se concertó una cita, en un
bar de un polígono industrial de La Rinconada.
El día y la hora señalados, el pasado sábado,
la víctima, con nerviosismo evidente, esperaba junto al bar al
vendedor de su medidor de campo, que se había hecho
acompañar por dos personas más. Con absoluta normalidad, el presunto ladrón
se dirigía hacia él cuando detectó a la Guardia Civil y se volvió hacia el vehículo, momento en el que los agentes
se identificaron y le pidieron abrir el maletero, donde hallaron el aparato sustraído. Los
presuntos cómplices fueron interceptados por agentes secretos que iban en un coche sin distintivos policiales, siendo
identificados pero
sin que se procediera a detención alguna.
El que sí fue
arrestado fue el vendedor del aparato, que fue
trasladado al cuartel de la Guardia Civil para prestar declaración. Allí la
víctima del robo confirmó que el medidor de campo era el suyo, aportando número de serie, factura de compra y otras características del objeto, por lo que de forma inmediata
recuperó el aparato tras concluir los trámites
una hora después.
Un abogado de oficio asistió al acusado, quien declaró que había
adquirido el medidor de campo en el
mercadillo de Su Eminencia y desconocía su procedencia, un relato que evitaría que fuera acusado de
robo con fuerza en las cosas y que la imputación se quedara en
recepción y venta de objetos robados. Finalmente, fue puesto en
libertad con cargos en espera de juicio.