La localidad sevillana de Morón de la Frontera, sus vecinos, sus costumbres, su Semana Santa y hasta su base militar se han convertido en los protagonistas absolutos del rodaje de la serie de televisión "Cuando nadie nos vea", que también ha reservado papeles estelares para Maribel Verdú, Mariela Garriga, Dani Rovira y Austin Amelio.
Hasta quinientos extras, todos ellos vecinos de la localidad, han participado este viernes en un rodaje dirigido por Enrique Urbizo en el que se ha reproducido el Domingo de Ramos de esta localidad, de una honda tradición en su Semana Santa, tanto que las imágenes empleadas en las procesiones montadas para la película no son las reales, sacralizadas, sino copias esculpidas expresamente para la ocasión.
No han sido solo las cofradías de la Semana Santa de la localidad las que se han implicado en el rodaje -los pasos de las procesiones y todos los demás utensilios cofrades son los auténticos- sino también la Guardia Civil, que prestará un helicóptero entre otros medios para el rodaje de este 'thriller' de ocho capítulos en los que Maribel Verdú interpreta, precisamente, a una agente de este cuerpo.
El guión de "Cuando nadie nos vea" parte de la novela homónima del malagueño Sergio Sarriá, quien situó la acción de su narración en Morón, al igual que sucederá en la serie, toda la acción de la cual transcurre en la localidad, donde en las próximas ocho semanas se rodarán todos los exteriores -los interiores se han rodado en Madrid durante tres semanas-.
Una Semana Santa de película
La implicación de los vecinos en el rodaje ha sido tal que, como este año se han quedado sin las tradicionales procesiones de Semana Santa por el temporal de lluvia, algunos se han emocionado al ver en la calle los pasos con las imágenes -hoy tocaba la cofradía de La Borriquita, que distingue al Domingo de Ramos- acompañados de los preceptivos nazarenos, banda de música y costaleros de refresco.
Toda esa figuración ha retrotraído a la localidad a una Semana Santa imaginaria, casi ideal, a la que los extras, los vecinos de Morón, han asistido vistiendo sus mejores galas como hacen tradicionalmente cada año, sólo que ahora han compartido la cera de los cirios y el olor del incienso con las advertencias de "Silencio, se rueda" y las voces de mando propia de los rodajes: "¡Motor, cámara, acción!"
Serán también varios edificios históricos de Morón, como la Iglesia de San Miguel, en la que transcurrirá la vertiginosa persecución con la que concluirá el último capítulo de la serie, los que servirán de escenarios a este rodaje que aspira a ser fiel reflejo de la cultura de la localidad, para lo cual ha llegado a modificarse en varias ocasiones el guion original para ajustarse a la realidad de este pueblo sevillano.
Así ha sucedido, por ejemplo, con el proceso de elaboración de la cal, tan importante en los pueblos andaluces, y del que se han incluido varias escenas que no figuraban en el guión inicial para conceder mayor verosimilitud a la película y reflejar la economía local, con su cantera de cal.
Entusiasmados y perplejos
Los vecinos han asistido entusiasmados y perplejos al rodaje de algunas escenas que han requerido de efectos especiales, como la gran grúa que ha elevado un paso de Semana Santa de dos toneladas de peso para dejarlo suspendido en el aire: En el argumento de la serie, un costalero consume un alucinógeno que le hace ver volar su propio paso acompañado de todos sus compañeros costaleros.
La actriz de origen cubano Mariela Garriga, que sólo lleva en Morón un día, ha expresado su sorpresa y su alegría por ver cómo todo el pueblo de Morón se ha volcado con el rodaje "como si entre todos estuvieran creando algo bonito", y ha destacado que algunos vecinos, sin que el servicio de producción se lo pidiera, han decorado los balcones de las calles por donde pasan las procesiones, como realmente hacen cada Semana Santa.
Garriga, que interpreta a una agente estadounidense que acude a Morón para investigar la desaparición de un soldado de la base militar, ha expresado su alegría por interpretar a un personaje que le permite manifestar todas las facetas de las que es capaz una mujer, incluida la dureza, el rigor y la disciplina.
Maribel Verdú ha asegurado que es la primera vez en cuarenta años de carrera que ha rodado en Andalucía y que es lo que se esperaba porque "la gente sevillana es maravillosa", mientras que sobre su personaje ha dicho que era lo que le faltaba por hacer, una sargento de la Guardia Civil que es pura entrega y vocación de servicio pero que, viuda, tiene una situación familiar complicadísima.
El director Enrique Urbizu ha confesado que lo que más le estimuló de este proyecto de HBO -en el que dice que ejerce de "director de cine navegando en la televisión"- es precisamente "esa mezcla de materiales, gente del pueblo, Guardia Civil, inteligencia norteamericana y cofradías de Semana Santa".