Trajes de flamenca con lentejuelas y más manga corta que en años anteriores llegan a la Feria de Abril de Sevilla este 2024 a abrirse paso entre volantes y los tradicionales lunares, un clásico que nunca pasa de moda y con el que "siempre se acierta".
Así lo explica a EFE Samara Montes, encargada de la tienda de la diseñadora sevillana Rocío Peralta en el centro de la capital andaluza, convertida estos días en un hervidero de clientas que apuran las últimas horas antes de que este fin de semana arranque la fiesta.
"El sábado del 'pescaíto' está todo entregado", garantiza Montes, acostumbrada a los "agobios" de los días previos a la feria que inaugura la temporada, que continuará con citas como las de Jerez o Córdoba y que, después del "choque" que supuso la pandemia, se va recuperando "poquito a poco" en cuanto a ventas.
El abanico de trajes sigue abriéndose desde los clásicos negros o rojos con lunares hasta lisos con tiras bordadas, que "siempre se han llevado y se van a seguir llevando", pasando por estampados con motivos florales, entre otros, con la recomendación de comenzar por los "básicos".
"Para el primer traje siempre aconsejamos rojo, blanco y negro. A partir de ahí se puede empezar a meter un verde, rosa o lo que más le guste a la clienta", explica la encargada, que destaca en la colección de este año un modelo con lentejuelas que "al ser algo nuevo ha atraído muchísimo al público".
Como novedad también esta primavera se han solicitado "muchos más trajes con manga corta" que en años anteriores, debido a las altas temperaturas que se dieron en la edición del año pasado -que se celebró en los primeros días de mayo- y que amenazan con repetirse este 2024, con una previsión de 30 grados para el domingo.
Con calor o sin él, el atuendo de flamenca sigue fiel a su esencia: vestido, mantoncillo, flor y pendientes, complementos todos ellos "tan importantes como el propio traje".
"Con el mantón das vida al vestido. Da igual que el traje sea blanco liso, que el mantón le da la luz que necesita", detalla Montes, que añade que "el pelo no se debe llevar suelto, sino siempre en un moño o un recogido" y que los pendientes pueden oscilar "desde el dorado hasta cualquier color" que combine bien con los tonos elegidos.
La firma de Rocío Peralta cuenta para este accesorio con los diseños de la colombiana Mercedes Salazar, que realiza piezas "artesanales" que "gustan muchísimo al público".
Con dimensión internacional, la creadora sevillana, que en septiembre presentó sus vestidos en Miami y en la República Dominicana, cuenta entre sus clientas con mujeres de países como Perú, México o la propia Colombia, donde los trajes de flamenca tienen también un éxito importante.
Montes recuerda que, además de los cánones generales, es cada mujer la que en última instancia "personaliza" su vestido con detalles como los peinecillos, broches o aros para los mantones, ya que un mismo diseño puede combinarse de múltiples formas.
"El resultado final va en función del gusto personal de cada clienta", concluye la encargada de la tienda, un espacio que luce estos días una fachada adornada a modo de las casetas de la Feria y en cuyas paredes se alternan lunares rojos y farolillos.