El Sevilla tiene por delante un encuentro complicado esta jornada ante el Athletic Club de Bilbao. A partir de las 19.00, el conjunto de Quique Sánchez Flores jugará en el Nuevo San Mamés.
La semana está siendo una auténtica locura a todos los niveles dentro de la entidad. Este proyecto está muerto y sólo queda esperar que los jugadores no arrastren la camiseta del Sevilla como hicieron contra el Cádiz hace sólo unos días.
Todos los ojos estarán puestos en Jesús Navas, que anunció que se iba para luego renovar de forma vitalicea con el club. En este proceso hemos tenido un cruce de declaraciones, una rueda de prensa del presidente de la entidad y un nuevo bochorno para el sevillismo. Por si fuera poco, se ha confirmado que Quique Sánchez Flores ha decido bajarse del barco y que no seguirá en el banquillo la próxima temporada.
El equipo se permitió el lujo de no entrenar el viernes, por lo que debe ir sobrado. Sólo queda esperar que no vuelva a hacer el ridículo y que este final de temporada sea lo más digno posible. La afición se encomienda a los canteranos y a los pocos futbolistas a los que les duele este escudo. La limpieza será total, pero los que se quieran quedar tienen que dar la cara en días como hoy.
En frente se encontrará a un rival que está en el puesto en el que debería estar el Sevilla y que este año está haciendo las cosas realmente bien.