Un grupo de profesionales sanitarios se ha concentrado este martes ante el centro de salud de Pino Montano, en Sevilla, para protestar por la agresión a un vigilante de seguridad y un médico y reclamar que se convoque urgentemente el Observatorio de Agresiones a Profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Según han informado a EFE fuentes de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Andalucía, "se han acentuado los episodios violentos contra profesionales de la sanidad pública andaluza en las últimas semanas", por lo que es necesario convocar con urgencia el Observatorio de Agresiones a Profesionales del SAS.
La vicepresidenta del Sector de Sanidad de la CSIF Andalucía, Carmen Jiménez, ha calificado en la web oficial del sindicato de “muy preocupante” la cifra de 1.564 agresiones contabilizadas en 2023 y el pico de episodios violentos registrados recientemente, por lo que ha incidido en la necesidad de que "se adopten medidas para frenar este tipo de situaciones", especialmente en Atención Primaria, donde se producen seis de cada diez agresiones al personal que trabaja en la sanidad pública andaluza.
Para el sindicato, es una prioridad que la Administración andaluza “active medidas" que mejoren las condiciones en las que trabajan los profesionales del SAS, que "redunden en el aumento de la calidad de los servicios prestados en este nivel asistencial y, consecuentemente, en la satisfacción de usuario al que prestan los servicios”.
La mayor parte de estos episodios violentos en Atención Primaria tiene lugar durante la consulta médica y ante demandas de las personas usuarias (un 33 % de los casos), y se producen cuando el paciente muestra su disconformidad con el tratamiento o medicación prescrita por el médico, la demanda de prestaciones no incluidas, la solicitud de atención sin cita o fuera de la cita programada, o ante la negativa de otorgarle una baja médica o la pretensión de derivación a un especialista.
Además, el 21 % de las agresiones tienen lugar en el servicio de admisión de los centros sanitarios, mientras que un 16 % se produce en urgencias de Atención Primaria y un 23 % en urgencias hospitalarias.