La Consejería de Economía, a través de la Dirección de Patrimonio, ha donado al Ayuntamiento de Sevilla las pérgolas modulares de la Exposición Universal de 1992, uno de los pilares fundamentales del microclima ideado para el recinto de la muestra en la Isla de la Cartuja, que proporcionaron frescor y sombra vegetal en multitud de espacios.
La mayor parte de ellas fueron desmontadas hace más de 30 años al finalizar la cita y no se les había vuelto a dar uso desde entonces, ha informado la Consejería de Economía en un comunicado en el que su titular, Carolina España, ha valorado este acuerdo con el Ayuntamiento, que “permitirá que Sevilla, sus ciudadanos y visitantes puedan disfrutar de más espacios con sombra vegetal, lo que redundará en hacerlos más confortables y cómodos”.
Estas estructuras metálicas, anotadas en el Inventario General de Bienes y Derechos de Andalucía, albergaron durante los casi seis meses que duró la Exposición Universal de Sevilla (desde su inauguración, el 20 de abril de 1992, y hasta su clausura, el 12 de octubre del mismo año) miles de plantas, la mayoría de ellas trepadoras.
Asimismo, fueron consideradas una actuación original que, además, tuvo repercusión posteriormente en el mundo de la jardinería y llegó a ser imitado en otros países.
El conocido como ‘Proyecto Pérgolas’ nació con el objeto de paliar, en la medida de lo posible, los efectos del clima estival propio de la capital sevillana, dotando con sombra vegetal natural a una gran parte del recinto de la exposición universal.
Al finalizar la Expo’92, algunas de estas estructuras metálicas permanecieron instaladas en la Isla de la Cartuja, donde siguen estando en la actualidad; otras fueron trasladadas a otros puntos de la capital andaluza para poder ser reutilizadas, y la mayor parte fueron desmontadas y trasladadas a una parcela propiedad de la Junta de Andalucía, adscrita a la Dirección General de Patrimonio, donde han permanecido sin uso hasta ahora.
El pasado 15 de febrero, el Ayuntamiento de Sevilla solicitó mediante un escrito la cesión de las pérgolas que estaban en desuso, más conocidas como pérgolas Expo’92, con el objetivo de poder reutilizarlas e instalarlas en distintos puntos de la ciudad y generar espacios más confortables.
La Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla, según recoge la resolución de la Dirección General de Patrimonio, deberá hacerse cargo de los gastos de transporte, montaje y desmontaje de las pérgolas.
Escuelas de Calor solicita que las pérgolas se usen en los colegios
Por su parte, la plataforma Escuelas de Calor, que agrupa a familias y asociaciones de padres y madres de alumnos, ha pedido al Ayuntamiento de Sevilla que las pérgolas modulares de la Expo'92 que ha recibido tras ser cedidas por la Junta se utilicen para dar sombra en los colegios.
En una nota de prensa, Escuelas de Calor ha recordado que en 2021 la plataforma ya solicitó a la Consejería de Educación que estas pérgolas, que se encontraban "abandonadas y vandalizadas", fueran empleadas en los patios de los centros escolares para proporcionar sombra.
"Nos alegra saber que teníamos razón, que ese material es reutilizable y ahora la Junta de Andalucía lo cede al Ayuntamiento de Sevilla para que lo instale en la ciudad", afirma la plataforma, que se pregunta si el Consistorio hispalense "las pondrá a disposición de los turistas o los instalará en los colegios públicos cuyos patios están tan necesitados de sombra".
Han defendido que esta es una "oportunidad" para que el alcalde, José Luis Sanz (PP), "dé un paso" en el cumplimiento de la Ley de Bioclimatización e instale en los colegios estas pérgolas, que serán "una solución bioclimática que proporcione vegetación y sombra a los patios de los colegios sevillanos".
Desde Escuelas de Calor argumentan que su reacondicionamiento e instalación en los patios de recreo de colegios e institutos constituye "una solución sostenible y ecológica que encaja a la perfección con el espíritu contenido en dicha ley".
La norma, recuerdan, propone en su artículo 9 actuaciones de "revegetación en los patios escolares para paliar las temperaturas inclementes del verano a las horas de recreo y deporte".
"Consideramos que reciclar este material y ponerlo al servicio de los centros educativos de toda Andalucía sería una medida muy positiva tanto desde un punto de vista medioambiental y ecológico como desde lo presupuestario o económico", han concluido.