Nuevo capítulo en el
ciberataque a la multinacional de consultoría e ingeniería Ayesa. El grupo de ciberdelincuentes
Black Basta cumplió y publicó el sábado en su
blog una amenaza de publicación de los
4,5 terabytes de datos que ha sustraído de la empresa sevillana, que incluyen
DNIs e identificaciones de
empleados,
proyectos de la compañía, planos y otro tipo de información. Sin embargo,
los datos no son accesibles, una circunstancia que un ciberexperto
achaca a un ataque de denegación de servicio (DDos) por parte de la propia compañía atacada, lo que otro profesional rechaza, al considerar que “
Ayesa pagó y Black Basta quitó el enlace y las fotos de lo que tenía”.
Black Basta publicó este sábado en s
u blog de la dark web una entrada en la que
cumplía su amenaza de hacer públicos los datos robados de Ayesa, entre los que se encuentran numerosos datos de
proyectos, planos e internos de la empresa, incluyendo un
listado con los nombres de 35 trabajadores y un montaje con sus DNIs, pasaportes y datos personales, además de los
enlaces de descarga, pero
no son accesibles, es decir,
no ha habido transferencia de datos y los enlaces onion
no funcionan, ni en la url normal ni en la red Tor.
La explicación, según el profesor y
experto en ciberincidentes Rafael López, para que no se pueda descargar esos
4,5 terabytes de datos, es que “igual que ocurrió con el
Clínic (el hospital de Barcelona fue atacado en marzo del pasado año), los Mossos lanzaron un
ataque de denegación de servicio contra los servidores para que
no se pudieran publicar los datos, con lo que los servidores (Black Basta tiene dos) se quedaron
totalmente inaccesibles y nadie podía
bajar datos ni el actor subirlos”.
El ataque
DDos no impide, sin embargo,
que los datos estén en la dark web y a disposición de terceros o de potenciales actores de amenazas, advierte López, que considera que Ayesa, además de los datos de los propios trabajadores, posee datos que se pueden utilizar para
“campañas muy jugosas”, ya que la empresa actúa en
sectores estratégicos, como pueden ser infraestructuras críticas, como aeropuertos o hospitales, ámbitos muy importantes
“como para no vender esos datos”.
La posibilidad de que Ayesa haya emprendido un
ataque DDos contra los servidores de Black Basta “dá que pensar
qué clase de datos han robado”, reflexiona López, que además considera que tarde o temprano
se hará pública toda la información, como ya ocurrió con el Clínic: “Tiene una infraestructura muy buena y,
por algún sitio, saldrán”, advierte el profesor, que considera que la compañía
no ha pagado ningún rescate porque “sería un
daño reputacional enorme y gigante” para Ayesa, con la que ha sido muy crítica por la gestión pública del ciberataque, nada comparable con la que ha llevado a cabo el
Banco Santander hace apenas una semana.
“
Pagar no evita que el día mañana te los
vuelvan a filtrar (los datos)”, apunta López, que recuerda que
no son transacciones comerciales en las que se paga por unos datos y hay un fin. “Son
cibercriminales que no tienen ningún tipo de honor,
no hay un pacto entre caballeros”, recuerda López, que concluye dando por seguro no sólo que
los datos, aunque no se puedan acceder, “están en la dark web” y como tal pueden ser
vendidos a todos los actores.
No es de la misma opinión
Adrián Ramírez, CEO de Dolbuck, que considera que
“no hay evidencia” de un ataque DDos, ya que si se hubieran publicado los datos
el contador no estaría al 0%, como aparece en la web, sino al 100%, y que la
única evidencia es que “desde
la URL de la red Tor y la normal, los
enlaces no son correctos o no están definidos”.
Ramírez entiende que Black Basta
publicó las fotografías de los datos que poseía, que son las que sí han podido descargarse, y “
Ayesa posiblemente pagara para que no publicaran los datos. Y Black Basta
quitó el enlace y las fotos de lo que tenía”, concluye.
La alerta de ASC
La publicación de los
datos personales de 35 trabajadores, que son los que la dirección de Ayesa
comunicó a la plantilla y directamente a los afectados, ha puesto en alerta a los representantes de los trabajadores y el
sindicato ASC ya ha exigido a la consultora
toda la información que ha sido sustraída por Black Basta. “Queremos acceder a esa información para saber
a qué han tenido acceso, pues l
a empresa no nos ha informado de nada”, advierten desde el sindicato.
Además, desde el sindicato recuerdan que el
servidor interno de la empresa que fue objeto del ciberataque se guardaban “los
archivos de cotizaciones a la Seguridad Social de la plantilla”.
Ayesa presta servicios a numerosas
administraciones públicas, entre ellas la
Junta de Andalucía. Si se hubieran filtrado
datos de ciudadanos, tendría que haber sido informado el
Consejo de Transparencia y Protección de Datos de Andalucía pero, al menos hasta esta semana, la información que disponían de la
Agencia Digital de Andalucía (ADA) es que
no se habían visto comprometidos datos de la Junta, según la información que había facilitado la propia multinacional.