Tras la inteligencia artificial, los robots y un sinfín de aplicaciones que han copado los titulares de los medios de comunicación, ahora les llega el turno a los bichos. Sí, lo sentimos si no te llevas especialmente bien con ellos. Y es que un equipo de ingenieros de la Universidad Estatal de Washington ha conseguido crear los micro robots más ligeros y rápidos jamás vistos.
Pongamos este nuevo hito en contexto. El nuevo adelanto del equipo de la Universidad Estatal de Washington nos acerca al mundo de los ‘bichos’, pero con una perspectiva más amable para los menos amantes de estos pequeños seres.
Desde reparar tejidos humanos hasta limpiar los océanos de contaminantes, los nuevos ‘bichos’ pueden realizar un sinfín de actividades a una velocidad asombrosa y con un tamaño reducido que les permite llegar a cualquier sitio que se propongan. En el ámbito de la medicina, su tamaño, apenas el de la cabeza de un alfiler, abre un amplio abanico de posibilidades.
Imagina micro robots navegando a través de tu torrente sanguíneo para entregar medicamentos directamente a las células cancerígenas, o para reparar tejidos dañados desde el interior. Este enfoque no solo es menos invasivo que los procedimientos quirúrgicos tradicionales, sino que también puede ser mucho más eficaz y preciso.
Cada uno de estos micro bichos puede moverse de manera autónoma, realizar tareas específicas y trabajar en conjunto con otros para alcanzar objetivos complejos.
Pero llega la gran pregunta: ¿Qué son en realidad estos ‘bichos’? En esencia, la última creación de la Universidad Estatal de Washington se compone de algo tan pequeño como un grano de arena, pero con la capacidad de moverse y realizar acciones complejas. Fabricados con materiales ultraligeros y equipados con sistemas de propulsión innovadores, son capaces de alcanzar velocidades sorprendentes y realizar maniobras que dejarían boquiabiertos a cualquier insecto.
Como ya hemos comentado, su tamaño y rapidez abren un mundo de posibilidades. En la medicina, ya hemos visto sus posibles grandes aportaciones, amén de ser posibles punta de lanza en la exploración médica e incluso en el tratamiento del cáncer, con la entrega de medicamentos directamente a las células enfermas o realizando cirugías precisas sin necesidad de incisiones.
Tampoco habría que olvidar los desastres naturales como los terremotos, ya que su tamaño los hace unos aliados eficientes para zonas de complicado acceso, entre otras muchas funciones.
En definitiva, la creación de micro bichos artificiales por parte de la Universidad Estatal de Washington abre una puerta a un futuro lleno de posibilidades increíbles. Desde salvar vidas hasta proteger nuestro medio ambiente, estos diminutos robots tienen el potencial de cambiar el mundo.
