El Ayuntamiento de Sevilla, el Consejo de Hermandades y el Arzobispado abordan este viernes diferentes itinerarios alternativos para la procesión magna del 8 diciembre, en el marco del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, después de que el Gobierno municipal desautorizara el Paseo Colón al "no reunir requisitos de seguridad". Una decisión basada en los informes elaborados por el área de Movilidad, Bomberos y Policía Local
En este encuentro estará el delegado de Seguridad y Movilidad y el delegado de Fiestas Mayores, junto con los técnicos de todos los servicios municipales implicados, así como los responsables de la policía, tal como informan fuentes del Consistorio.
El alcalde hispalense, el popular José Luis Sanz, manifestaba este miércoles que el Ayuntamiento, está ya trabajando en "resolver todos los problemas de seguridad y movilidad" para que el evento se celebre en la fecha elegida -la Policía Local había planteado tuviera lugar fuera del puente festivo- y se mostraba convencido de que en las próximas mesas de trabajo se pondrán "todas las alternativas posibles para que disfrutemos de una gran procesión magna".
Al respecto, en el informe presentado por el Servicio de Prevención y Extinción de Incendios de Sevilla se alude al bloqueo de las vías de evacuación y al riesgo de caída por el desnivel de algunas zonas, dado que en determinados espacios se concentraría público de pie junto a las sillas que el Consejo tiene previsto instalar a lo largo del recorrido.
Entre los argumentos expuestos por la Policía, se alude a la masiva afluencia de turistas en los últimos años entre el 6 y el 9 de diciembre --con unas 200.000 personas en las calles--, la coincidencia en esas fechas con el partido de fútbol entre el Betis y el Barcelona, "que la Comisión Estatal contra la Violencia suele calificar de 'alto riesgo'" y el corte de la circulación de una vía principal "con gran intensidad de tráfico como consecuencia del montaje de las sillas".
Por su parte, Movilidad señala que los aparcamientos subterráneos del Paseo de Colón, avenida de Roma y Arenal, con una capacidad de 536, 350 y 228 vehículos, respectivamente, "quedarían totalmente inutilizados", sin olvidar que los puentes de Triana y de San Telmo tendrían que ser cortados "no solo a la circulación de vehículos, sino de viandantes".
El transporte público también se vería "seriamente afectado", dado que quedaría incomunicado por los ejes norte-sur y Triana/Remedios con el Casco antiguo.
