La organización ecologista Greenpeace ha advertido de que en los próximos diez años se empezarán a perder playas en Andalucía, con Almería, Málaga, Huelva y, especialmente, Cádiz como los lugares que sufrirán "retrocesos importantes" en la costa. Y entre las playas gaditanas aparecen las playas de Zahara de los Atunes, Barbate, El Palmar (Vejer) y las de Conil de la Frontera.
En su informe "Crisis a toda costa", Greenpeace menciona los excesos de urbanización e infraestructuras, contaminación, construcción de barreras artificiales (diques, espigones, paseos marítimos o puertos deportivos), y el encauzamiento o soterramiento de cauces fluviales entre las actuaciones que provocan "desequilibrios", y se unen a otras debidas al cambio climático.
La costa andaluza, que se extiende a lo largo de 910 kilómetros, "sigue prisionera del viejo y erróneo modelo basado en urbanizaciones turísticas, campos de golf y hoteles, ha denunciado.
Almería, Málaga, Huelva y, especialmente, Cádiz sufrirán retrocesos importantes en la costa, según el informe, que alude a una subida del mar de 45 centímetros prevista para 2090, lo que significa que "el mar habrá entrado unos 45 metros más".
Los peores proyectos
En Cádiz, Greenpeace incluye entre los "peores proyectos" el restaurante en el Faro de Trafalgar, que "privatiza un espacio público único", además de los "planes urbanizadores" del Ayuntamiento de Tarifa, que "aumentarían en un 450 % el suelo urbanizable".
En Málaga, menciona el proyecto del Hotel W de cinco estrellas en Marbella, "actualmente suspendido debido a las carencias de su documentación técnica"; el proyecto Siete Revueltas Resort en una zona identificada como inundable y el proyecto El Lago Club en esta misma localidad, además de Valle Golf Resort en Mijas.
En Almería, cita el hotel El Algarrobico en el parque natural de Cabo de Gata-Níjar, "tras casi dos décadas y casi 50 pronunciamientos judiciales que sentencian su ilegalidad"; el hotel en la bahía de Los Genoveses, que supondrá "una presión sin precedentes en una de las playas mejor conservadas de Andalucía", y Macenas Mediterranean Resort en Mojácar.
Puntos amenazados por la subida del mar
La erosión y la subida del nivel del mar representan "graves amenazas" para el litoral andaluz. La zona más frágil es la costa de Doñana, que "ha retrocedido 80 metros ya y donde la erosión se está acelerando por el cambio climático", señala el informe.
En Málaga, el tramo entre el parador Málaga Golf y la barriada de Guadalmar está en situación de regresión grave, especialmente en la zona de Arraijanal. En situación similar se encuentra un tramo de un kilómetro en la desembocadura del río Vélez en Vélez-Málaga.
En el escenario actual de ritmo de subida del nivel del mar y contaminación, distintos tramos se verán afectados en 2030:
-Huelva: Ayamonte, Isla Cristina, Islantilla, El Rompido, Punta Umbría, Aljaraque, Corrales, Huelva, Moguer, San Juan del Puerto, Palos de la Frontera, Mazagón, Matalascañas, Doñana.
-Cádiz: Sanlúcar de Barrameda, Chipiona, Costa Ballena, Rota, El Puerto de Santa María, Cádiz, Puerto Real, San Fernando, Sancti Petri, Conil de la Frontera, El Palmar, Barbate, Zahara de los Atunes, Tarifa, Algeciras, Sotogrande. Además, recuerda que la agencia estadounidense NASA ha estimado que el Golfo de Cádiz será uno de los tramos más afectados por la subida del nivel del mar.
-Málaga: Estepona, Marbella, Fuengirola, Torrequebrada, Benalmádena, Caleta de Vélez, Nerja, Maro, Guadalmar y Vélez-Málaga. Asimismo, apunta que recientes investigaciones muestran que la actividad sísmica del mar de Alborán convierte a la costa malagueña en el punto del litoral español con más riesgo de sufrir un tsunami como consecuencia de un maremoto.
-Granada: Almuñécar.
Almería: Punta Entinas, Cabo de Gata, San José, La Isleta del Moro, Agua Amarga, Carboneras, Garrucha y San Juan de los Terreros.
Las soluciones
"Durante décadas hemos deformado la costa a nuestro antojo, pero eso ya no funciona más", ha afirmado la responsable de Costas en Greenpeace España, María José Caballero, que ha reclamado la puesta en marcha de soluciones "con urgencia".
Con una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero se podría evitar el 40 % del retroceso de las playas en todo el mundo, según la organización, que también demanda que se ponga "coto la turistificación masiva" mediante la limitación de vuelos y cruceros y el establecimiento de tasas por pernoctación.
Otras propuestas son la recuperación de zonas inundables y la revisión de los deslindes que determinan el dominio público marítimo-terrestre.