El Frente Polisario ha celebrado como un "triunfo de la resistencia" la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que anula los acuerdos comercial y pesquero entre la UE y Marruecos, ya que considera que atiende a sus principales reivindicaciones: que cualquier pacto de este tipo requiere del "consentimiento" de la población saharaui y que se debe respetar el derecho de autodeterminación.
El representante del Polisario en España, Abdula Arabi, ha recalcado en declaraciones a Europa Press que el Sáhara Occidental debe entenderse como "un territorio distinto" a Marruecos, de tal manera que Rabat no puede negociar en su nombre ningún acuerdo con terceros. Aceptar al Gobierno marroquí como representante de la población saharaui, según Arabi, implica "reconocer la ocupación".
Ahora, espera que los países europeos sean "consecuentes" y acaten la sentencia del TJUE. En este sentido, ha señalado que el Polisario siempre ha estado "a disposición" de las empresas y de los sectores agrícola y pesquero para que estos puedan beneficiarse de los recursos del Sáhara Occidental pero "respetando el Derecho Internacional".
Arabi ha apuntado que cualquier futuro diálogo debe por tanto incluir al Frente Polisario y ha recordado que Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ya se sientan en foros como la Unión Africana "como dos Estados" diferenciados, sugiriendo que como tal deberían ser entendidos también desde la Unión Europea.
EL MATIZ DEL CONSENTIMIENTO
Con su fallo de este viernes, el TJUE pone fin al litigio sobre el acuerdo pesquero con Marruecos y su protocolo, al desestimar los recursos del Consejo y la Comisión, en línea con la sentencia del Tribunal General de la UE de 2021 y con las conclusiones de la Abogada General Tamara Cápeta.
El TJUE precisa, al contrario de lo que declaró el Tribunal General, que el consentimiento del pueblo del Sáhara Occidental a los acuerdos controvertidos no debía ser necesariamente explicito, es decir, que puede darse por hecho cuando no se crean obligaciones para ese pueblo y la explotación de sus recursos naturales le reporta algún tipo de ventaja.
Al respecto, el Tribunal de Justicia reconoce que estos acuerdos no crean obligaciones jurídicas que recaigan sobre el pueblo del Sáhara Occidental, pero tampoco le confieren ningún derecho ni ventaja sobre la explotación de sus recursos, por lo que el consentimiento no puede presumirse, sumado a que el Frente Polisario, en calidad de representante legítimo de dicho pueblo, se opone a los acuerdos, lo que a juicio del TJUE basta también para cuestionar la existencia del consentimiento.