Las Universidades de Vigo y Castilla-La Mancha se han sumado a la de Jaén para advertir del impacto negativo que puede tener en sus territorios la nueva prueba de acceso a la universidad que prepara el Gobierno para estudiantes no comunitarios y que “amenaza la sostenibilidad de muchos campus universitarios”.
El proyecto de Real Decreto que preparan el Ministerio de Educación y de Universidades establece una prueba de acceso para extranjeros (no pertenecientes a la UE o de países con los que no haya acuerdo de reciprocidad) que deberá ser presencial y que contendrá al menos cuatro ejercicios.
En declaraciones a EFE, la vicerrectora de la Universidad de Vigo, Maribel del Pozo Triviño, ha dicho que “la imposición de una prueba presencial para el alumnado extranjero supondrá un enorme retroceso, tanto en los niveles de internacionalización, como en la calidad de nuestra oferta académica y de la reputación de la Universidad de Vigo en los rankings más prestigiosos”.
Del Pozo cree igualmente negativa la repercusión que esta medida tendrá en una comunidad como la gallega en la que la población mayor de 65 años supera el 35 % en las provincias de Ourense y Lugo y donde recientes proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que hasta 2039 la población de Galicia apenas crecerá en 3.600 habitantes, un 0,13 %, mientras que en el resto del Estado aumentará un 11,5 %.
“Esta prueba entra en clara contradicción con el espíritu de la LOSU, que dedica un capítulo completo a la internacionalización, uno de los ejes fundamentales de la Universidad Vigo, basado en la atracción de talento internacional procedente de los países hispanófonos y lusófonos y que enriquece el ambiente multicultural y multilingüe de la institución y la posibilidad de mantener una mayor oferta de titulaciones en nuestros tres campus”, ha añadido la vicerrectora gallega.
También ha alertado de que esta nueva modalidad de acceso “penalizaría al estudiantado extranjero con menos recursos y que vive en zonas periféricas, obligándolo a desplazarse para la realización de una prueba que exige unas garantías de seguridad, confidencialidad y custodia de las pruebas que también deberán ser estrictamente observadas en los países de origen de los y las estudiantes que aspiren a incorporarse al sistema universitario español. Esto aumentará la brecha que ya existe”, ha sentenciado.
La Universidad de Vigo recibe estudiantes procedentes de otros países con un ritmo de crecimiento constante y anual, pues ha pasado de los 579 alumnos del curso 2021-22 a 784 en 2023-2024.
Las cifras indican que el mayor incremento de los dos últimos cursos corresponde a estudiantes procedentes de Asia y del continente africano. Asimismo, se ha registrado un importante crecimiento del alumnado llegado de Latinoamérica.
Por su parte, Raúl Martín, vicerrector de Internacionalización de la Universidad de Castilla-La Mancha entiende que los beneficios académicos, socioculturales y sostenibles “se distribuirán de manera desigual a nivel global, exacerbando las disparidades entre los sistemas educativos”, según ha dicho a EFE.
Martín ha advertido también de “una falta de estrategia para la atracción del talento internacional en los estudios de grado de la universidad española” porque “se tiende a concentrar sus beneficios en regiones con un desarrollo económico avanzado y un alto nivel de internacionalización en la educación superior”.
Por tanto, considera fundamental “considerar la igualdad de manera integral para poder garantizarla realmente”, pues -advierte- los estudiantes españoles podrían realizar sus estudios en el extranjero sin prueba de acceso y para que estudiantes extranjeros puedan estudiar en España es necesario que hagan prueba de acceso.
Además, Raúl Martín ha pedido que se tenga en cuenta que el ciclo de trabajo en la promoción internacional tenga una duración mínima de un año, de tal manera que las acciones realizadas durante el presente curso estén dirigidas a captar estudiantes para el curso siguiente.
