Juan Antonio Bermúdez fue periodista deportivo y programador de festivales de cine, entre otras ocupaciones que siempre desempeñó con una particular sensibilidad y una altura intelectual nada corriente, mientras que iba componiendo una obra poética que ahora, a los dos años de su muerte, se publica reunida en un solo volumen.
"La mano en el fuego (Poesía íntegra)" es el título que agrupa numerosos inéditos y los cuatro libros que, en ediciones casi desapercibidas, publicó Juan Antonio Bermúdez (Jerez de los Caballeros, Badajoz, 1970 - Sevilla, 2022), quien desde su nacimiento estuvo atenazado por una salud muy precaria que, sin embargo, no le impidió cultivar amistades, disfrutar en sus trabajos y leer, escribir y ver películas sin descanso.
La editorial especializada en poesía Libros de la Herida ha publicado esta 'Poesía íntegra' en un volumen que supera el medio millar de páginas, con un prólogo del editor y también poeta David Eloy Rodríguez, quien afirma que "la gran poesía encuentra a sus lectores", convencido de que la de Bermúdez tendrá los suyos.
Siempre interesado por los retos creativos, a Bermúdez le gustó colaborar con otros creadores, implicándose en proyectos con fotógrafos, cineastas, actores, dramaturgos, pintores, músicos y, naturalmente poetas, como así lo recuerda David Eloy Rodríguez en un prólogo en el que también da cuenta de las muchas colaboraciones que emprendió con el poeta extremeño.
"Juan Antonio Bermúdez es un poeta verdaderamente extraordinario; su calidad estética es indudable, abrumadora; es un autor comunicativo y emocionante, vitalista, con una voz poética muy reconocible, elegante, reflexiva, cordial, hospitalaria con todos los lectores", ha dicho a EFE David Eloy Rodríguez, para añadir que es capaz de "contar el mundo y sus misterios con lucidez y profundidad".
También es de los poetas, según Rodríguez, que hace "un magnífico uso de las formas métricas, con una musicalidad exquisita y, a la par, con absoluta naturalidad; es también un poeta de los afectos, del cine, de la resistencia, es uno de esos autores capaces de ayudarnos a ver y a comprender, uno de esos autores que cambian vidas".
Una fiesta de la inteligencia y la bondad
"Era una persona muy querida, unánimemente amada diría. Estar con él siempre era una fiesta de la inteligencia. Su conversación, su bondad, su sentido del humor, su generosidad, su criterio en todos los ámbitos eran motivo permanente de goce y aprendizaje para los que disfrutábamos de su amistad", ha señalado el editor y poeta.
Pese a su natural discreción, Rodríguez ha asegurado que "Juan Antonio ha tenido siempre muchos lectores, todos ellos fervorosos; recitaba sus versos a menudo y transmitía de forma excepcional los versos en directo; fascinaba; sus poemas han sido cantados por diversos artistas, sus versos han dialogado con muchos fotógrafos y cineastas".
"Sus poemas han representado mucho para mucha gente; para Juan Antonio la poesía era esencial, y disfrutaba de lo que la poesía hacía posible. He conocido a muchas personas que me han recitado de memoria poemas suyos o que me han contado cómo sus poemas les ayudaron a vivir".
La poesía completa de Bermúdez es "un conjunto tan asombroso como orgánico y coherente" y sobre por qué el poeta no alcanzó mayor reconocimiento en vida, Rodríguez ha señalado que se trata de una pregunta que admite muchas respuestas pero que, para empezar:
"Juan Antonio no escribía desde el centro, sino desde los márgenes, desde Andalucía, procedía de la clase obrera, sin apadrinamientos, con discursos críticos, nada simplificadores ni acomodaticios, con prácticas resistentes, y también desde limitaciones personales físicas y de salud que dificultaban su movilidad".
Tras aclarar que "los poetas más leídos no son necesariamente los más valiosos", Rodríguez ha señalado "un asunto no menor: Juan Antonio carecía de cualquier interés por el éxito. Su objetivo era conseguir una poesía verdadera, valiosa, perdurable. No tuvo nunca prisas por editar, elaboraba su obra con la minuciosidad y la exactitud de un orfebre, desconfiaba de las vanidades y las banalidades".