La salida de Loïc Badé del Sevilla Fútbol Club está en un punto muerto. Los hispalenses saben que el Aston Villa quiere hacerse con los servicios del futbolista galo, pero el conjunto inglés no está dispuesto a pagar los 30 millones de euros que pide por él su actual equipo. Según el periodista Gonzalo Tortosa, los villanos han ofrecido 21 millones y cuatro más en variables, oferta que no convence a la dirección deportiva blanquirroja. Sin embargo, y conscientes de que Monchi es su contraparte en Inglaterra, Víctor Orta habría comenzado a sondear el mercado en busca de recambios.
Tal y como ha dado a conocer esta mañana José Manuel Rodríguez en Relevo y ha podido contrastar este medio, el Sevilla habría puesto sus ojos en Arouna Sangante, defensa central de 22 años que milita en el Le Havre francés. No es la primera vez que se relaciona al senegalés con el combinado de Nervión, ya que el pasado verano estuvo en la lista de la dirección deportiva que comanda Víctor Orta como sustituto de Badé.
Pese a su corta edad, Sangante es capitán de su equipo, aunque una lesión lo ha tenido tres meses fuera de los terrenos de juego. Sin embargo, el zaguero se encuentra plenamente recuperado y en el Le Havre parecen dispuestos a escuchar ofertas por él. Transfermarkt lo tasa en unos diez millones de euros, aunque en el Sevilla confían en poder negociar por bastante menos dinero.
Todo esto, claro está, se encuentra de momento en el aire debido a la negativa del conjunto blanquirrojo al Aston Villa. Para que las piezas empiecen a caer, el exsevillista Diego Carlos tiene que concretar su traspaso al Fenerbahçe, algo que parece muy encaminado debido a la petición expresa de José Mourinho. Con la venta del brasileño, el combinado inglés sabe que la pelota está en su tejado para cumplir las expectativas del Sevilla, aunque la mala situación económica que se vive en Nervión puede hacer que se rebajen un poco las expectativas de hacer caja conforme se vaya acercando el final de un mercado al que no le queda mucho.
A las 00:00 del 4 de febrero se cerrará esta ventana de traspasos, y la dirección deportiva sevillista tiene por delante unos días de trabajo interminable si se quiere cambiar la cara al equipo y a la afición.
