El
empate del
Sevilla Fútbol Club ante el
RCD Espanyol fue un tropiezo inesperado para todos los estamentos del club de
Nervión. Tras la victoria conseguida en
Girona, el conjunto hispalense miraba de reojo a los puestos europeos que, pese a no estar muy alejados, parecen inalcanzables si no se encadenan victorias.
Los blanquirrojos llevan
nueve meses sin ganar dos partidos de forma consecutiva en LaLiga, algo que hicieron el
14 de abril del pasado
2024 al derrotar a la
UD Las Palmas después de haber conseguido tres puntos en
Getafe. El equipo que en aquel momento entrenaba
Quique Sánchez Flores llegó a estar cinco jornadas consecutivas sin perder, ya que después de esas victorias superaron al
Mallorca, empataron con el
Real Betis y vencieron al
Granada en el
Sánchez-Pizjuán.
Pese a sumar cinco de los últimos nueve puntos, la afición sevillista no está contenta por el desempeño de los suyos, especialmente ante equipos de la zona baja como los pericos o el
Valencia, pues son esos tropiezos los que impiden mirar para arriba.