El Colegio de Abogados de Sevilla ha presentado su
primer barómetro con los resultados de una encuesta que muestra la
creciente insatisfacción de los letrados con los plazos y el trato desconsiderado por parte de la administración. Los abogados sevillanos se enfrentan a una realidad cada vez más crítica. Los
retrasos judiciales, que afectan gravemente a la eficiencia de la justicia, con
casos extremos en los que los retrasos llegan hasta los 3 o 4 años en dictar una sentencia, aunque de media se tardan 3 meses en un marco normal, son la principal preocupación de los profesionales del sector.
La mayoría de las quejas, con una suma de
673 respuestas, vienen por parte de profesionales del ámbito
civil, y es que recientemente se están observando
demoras en este ámbito jurídico, con más de
un año de retraso en las citaciones con la audiencia previa. Le siguen las
quejas del ámbito penal, con 231 respuestas, y finaliza con
190 respuestas de la jurisdicción social y 66 del contencioso-administrativo, donde se evidencian
menos problemas.
El barómetro presentado por el Colegio de Abogados de Sevilla muestra
que de 1.161 respuestas, un aplastante 88% de los abogados está insatisfecho con el funcionamiento de la Administración de Justicia en la ciudad. Según los datos recabados, los
retrasos en los procedimientos son uno de los problemas más recurrentes que afecta a la confianza en el sistema. A pesar de los esfuerzos por mejorar,
las dilaciones y la falta de recursos siguen socavando la confianza en la Administración de Justicia.
Jorge Aguado, diputado cuarto del Colegio de Abogados, explicó que las preguntas que entendían "claves" y que presentaba la encuesta iban desde la relación con los jueces, fiscales, letrados y funcionarios de los juzgados y tribunales hasta las dificultades en el ejercicio a causa de las normas procesales que existen. También abarcaron el impacto del uso de herramientas tecnológicas como la
plataforma LexNET, ampliamente utilizada por los profesionales. Es un
sistema de gestión de notificaciones telemáticas desde los juzgados a los profesionales de justicia, y que se usa en la
Administración de Justicia española, pero que
sigue presentando problemas técnicos y de usabilidad que requieren mejoras urgentes. Además, recalcaron en conocer e
l grado de eficiencia de los mecanismos de reclamación y defensa de los profesionales.
"Nuestra mayor preocupación era que participaran cuantos más compañeros mejor, para que la
muestra fuera representativa", explicó Aguado. La toma de datos se hizó totalmente
anónima, para que las
respuestas fueran "sinceras, libres e independientes del caso particular de cada uno de los profesionales". A pesar de ello, la
participación fue escasa, con una estimación de
respuesta de 1 de cada 5 profesionales. Sólo contestaron
1.161 personas, de 6.500 colegiados que ejercen la profesión actualmente. Desde el Colegio de Abogados trasmiten que muchos de los profesionales
no toman medidas, sino que lanzan
quejas a través de chats, en privado, pero luego "
no hay una adopción de medidas formales", como la queja ante los propios organismos o a través de presentar la queja al Colegio de Abogados y que este actue.
Dilaciones en los procedimientos y falta de eficiencia
La encuesta, que
nace fundamentalmente
por unas percepciones negativas que se vienen haciendo
por parte de los colegiados desde hace tiempo y que han transmitido
a través de correos electrónicos y llamadas personales, buscaba recoger las experiencias de los abogados para encontrar posibles áreas de mejora y
puso de manifiesto una gran insatisfacción con la gestión de los procesos judiciales. Con cifras redondas,
un 88% de profesionales siente descontento con la Administración de la Justicia, con un desglose de los porcentajes que se refieren a un
49% de insatisfechos y un 39,2% de profesionales muy insatisfechos. Y es que la falta de eficiencia y la dilación de los juicios y las audiencias previas han provocado un
deterioro significativo en la confianza de los abogados hacia el sistema. "Los retrasos y la falta de eficiencia en el funcionamiento de la Justicia", indicó Óscar Fernández León, decano del Colegio de Abogados, "son factores que
afectan gravemente la percepción de los profesionales".
Los juicios tardíos y los largos plazos para la celebración de audiencias previas son una constante que parece ir en aumento.
Los profesionales jurídicos coinciden en que los
retrasos, que se presentan todos los días en los juicios y trámites, no sólo afectan a la eficacia del sistema, sino que también crean un
ambiente de tensión y estrés tanto en los juzgados como entre los propios profesionales. "El clima en los juzgados, marcado por la
falta de recursos humanos y tecnológicos, genera un ambiente de precipitación, de tensión", explicó Fernández León. Esto no sólo deteriora la calidad del trabajo de los abogados, sino que también
afecta el trato que reciben tanto los letrados como los clientes. "Debemos convertir los
juzgados en un sitio amable, y este puede ser u
n punto de partida", declaraba el Decano del Colegio de Abogados de Sevilla.
Un primer paso a las soluciones
El Colegio de Abogados
no se ha quedado de brazos cruzados ante esta situación. Tras conocer los resultados de la encuesta, el objetivo principal es tomar acciones concretas que mejoren la situación. "Nuestra idea es utilizar este barómetro como herramienta para promover soluciones, y esperamos que sea una tendencia permanente en el futuro", declaró el Decano. El Colegio se comprometió a
remitir los resultados del informe a los jueces, fiscales y otros actores clave en la Administración de Justicia, con la intención de buscar formas de colaboración que permitan mitigar los problemas detectados.
Además, se han planificado
reuniones con el consejero de Justicia, José Antonio Nieto, y otros organismos relevantes para abordar los temas más urgentes, como la falta de recursos y la mejora en la accesibilidad y el trato con los profesionales jurídicos. En palabras de Fernández León, "la justicia no puede funcionar sin un esfuerzo conjunto de todos los involucrados". También destacó la importancia de
mejorar la formación y concienciación sobre la situación en los juzgados, y propuso charlas y conferencias para sensibilizar a los profesionales sobre los problemas comunes que afectan al sistema.
Futuro incierto
Aunque los resultados de la encuesta y las iniciativas propuestas por el Colegio de Abogados han sido bien recibidas, el futuro inmediato de la justicia en Sevilla sigue siendo incierto. Los retrasos y las dilaciones continúan siendo el principal reto al que se enfrenta el sistema judicial. Es por ello que se requiere un esfuerzo conjunto para abordar las causas subyacentes de estos problemas.
La falta de recursos, tanto humanos como tecnológicos, es una de las barreras más grandes que enfrenta la Administración de Justicia, y no parece que haya una solución rápida a este respecto.
El reto ahora es
transformar estos datos en acciones concretas que reduzcan los retrasos y mejoren la calidad de la justicia para los profesionales y la sociedad en general. "No sólo es importante detectar los problemas, sino avanzar en las soluciones", concluyó Aguado.
La pelota está ahora en el tejado de las autoridades judiciales, que deberán
asumir su responsabilidad y trabajar junto a los abogados para
mejorar un sistema que, por ahora, está lejos de ser eficiente y justo.