El consejero delegado de la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Sevilla (Emasesa), Manuel Romero, presentará el próximo jueves 27 de febrero (2025) en el Foro Gaesco (patronal sevillana de la construcción) el anteproyecto de una desalobradora que dé servicio a la capital hispalense y a los municipios de su área metropolitana servidos por aquélla en caso de que se repita una sequía extrema como la sufrida durante el último lustro. En el acto estaba prevista y anunciada la intervención del alcalde y presidente de la compañía, José Luis Sanz, pero aunque volverá de su viaje a Turquía ese mismo día no lo hará a tiempo para la hora en que se celebrará la Jornada.
Los pantanos de la red de Emasesa que suministran agua a Sevilla y a parte de su corona metropolitana se encuentran a fecha 24 de febrero (2025) con 473,82 hm3 de agua embalsada, cantidad que supone el 73,9% de su capacidad total.
Se estima que con un consumo razonable, como el que hacen los sevillanos, hay reservas del líquido elemento para cinco años en números redondos aun en el caso de que no llueve en ese periodo.
Aunque técnicamente ya no estemos en situación de sequía, Emasesa sabe de sobra que se trata de un fenómeno climático que se repite más o menos cíclicamente, de ahí la elaboración en su tiempo del Manual de Sequía, que ha servido de base para su actuación.
Y como la última ha sido la peor de la historia reciente, ha seguido trabajando en un anteproyecto de desalobradora que finalmente presentará el consejero delegado de la empresa, Manuel Romero, en el Foro Gaesco el próximo jueves 27 de febrero (2025) en el marco de una Jornada denominada ‘Soluciones hídricas alternativas: una desalobradora para combatir la sequía en Sevilla y su área metropolitana’. Romero disertará sobre ‘Elementos singulares del proyecto, su desarrollo y ejecución’
En el programa figuraba también la intervención del alcalde, José Luis Sanz, que iba a hablar sobre ‘El apoyo institucional y las inversiones necesarias para abordar una infraestructura vital para el área metropolitana’, pero no podrá hacerlo debido a que ya no le da tiempo a llegar desde Estambul a la hora de inicio de la Jornada. Acudirá en su lugar el delegado de Urbanismo y consejero de Emasesa, Juan de la Rosa.
PROMESA PREVIA
El presidente de la Federación de Regantes de Andalucía (Feragua), José Manuel Cepeda, pidió públicamente en las Jornadas que sobre el Arroz organizó Publicaciones del Sur con el patrocinio de la multinacional sevillana Ebro Foods el 7 de mayo de 2024 con presencia del presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Joaquín Páez), una "desalobradora" aún de mayor capacidad que la planteada en su día por Jaime Palop, con el fin de que sirva tanto para abastecer a Sevilla como a los cultivos del entorno.
Cepeda distinguió entre una desaladora para potabilizar el agua del mar, con un contenido habitualmente de unos 35 gramos de sal por litro y que consideró sólo viable en las zonas costeras, y una "desalobradora" para potabilizar el agua salobre del estuario del Guadalquivir, con un contenido de sal de más/menos dos gramos por litro.
Cepeda estimó que haría falta una "desalobradora" con una capacidad de al menos 40 hm3/año que repercutiría en toda la cuenca hidrográfica al permitir el ahorro de recursos, por lo que pidió que su coste lo afrontara la Confederación Hidrográfica, habida cuenta que escaparía a las posibilidades de los regantes.
Le respondió Nuria Jiménez Gutiérrez, directora técnica de la Confederación, en el sentido de que no está contemplada una infraestructura de tal naturaleza en el vigente Plan Hidrológico (2022-2027), para a continuación abrir la posibilidad de estudiarla en el próximo Plan.
Nuria Jiménez expresó que se trataría de un proyecto "delicado" que habría que estudiar muy en profundidad, para analizar el efecto de la detracción de esa cantidad de agua en un estuario donde está subiendo la salinidad por el menor aporte de agua dulce en los últimos años por causa de la sequía; dónde verter la salmuera resultante del proceso; el consumo de energía que implicaría; el coste del mantenimiento, ya que no se trataría de una infraestructura para usarla de forma esporádica porque requiere un funcionamiento habitual para que no acabe deteriorándose; qué organismo se haría cargo de sus costes y un largo etcétera.
Sobre la posible ubicación de la desaladora, circuló por la sala la idea de que se habría planteado su emplazamiento cerca de la depuradora de El Copero de Emasesa, una instalación de última generación que contribuiría con sus avances técnicos a neutralizar los efectos adversos de los residuos generados durante el proceso de desalación. En tal hipótesis, la desaladora tendría que ubicarse en el entorno de la Punta del Verde.
INSTALACIONES Y TECNOLOGÍA
Los ingenieros José Francisco Maestre Valero y Victoriano Martínez Álvarez, en su informe ‘Análisis de las soluciones tecnológicas para las actuaciones de desalación y
gestión de aguas desaladas recogidas en el “Plan para la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad en regadíos- Fase I” (Plan de recuperación, transformación y
resiliencia español), y justificación de su elección como mejor alternativa tecnológica disponible’, afirman que el impulso del programa A.G.U.A. ha propiciado que actualmente España tenga una capacidad instalada (de desalación) superior a los 5 hm3 /día para abastecimiento, riego y uso industrial.
En la actualidad se estima que en España hay 765 plantas desaladoras con producciones mayores de 100 m3/día, con más de 100 plantas con producciones mayores de 10.000 m3/día (AEDyR, 2018). De éstas, 360 son desaladoras de agua de mar, y 405 de agua salobre.
Las mayores plantas de desalación de agua de mar son las de Torrevieja (240.000 m3/día) y Águilas (210.000 m3/día), y en el caso de aguas salobres, las potabilizadoras de El Atabal, en Málaga (200.000 m3/día) y Abrera, en Barcelona (200.000 m3/día), esta última con tecnología de electrodiálisis reversible (en el resto el uso de la tecnología de ósmosis inversa está generalizado).
Las plantas que emplean la tecnología de ósmosis inversa (OI) producen agua desalada a partir de agua de mar o agua salobre, que puede ser a su vez convertida en agua potable o apta para otros usos tras someterse a los post-tratamientos correspondientes. No existen diferencias significativas entre el diagrama de proceso de una Estación Desaladora de Agua de Mar (EDAM) y de una estación desalobradora, diferenciándose generalmente en las instalaciones de captación del agua bruta, los requerimientos de post-tratamientos y las magnitudes características en los parámetros de operación de la OI (presión de trabajo, consumo específico, factor de conversión, corte de sales, etc.).