La provincia de Sevilla registró el pasado año
24 agresiones a médicos, lo que supone un
incremento del 33,3% del año anterior, una cifra que ha ido incrementándose en los últimos años desde el máximo que se alcanzó en
2019, el año previo a la pandemia, cuando se registraron
32 agresiones, dato que desde 2010 no ha descendido de los dos dígitos, a excepción de 2016, cuando fueron denunciadas 7.
Son los datos de la provincia que han sido presentados por el
Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) sobre las agresiones registradas en Andalucía en 2024, que ascienden a 138 casos (129 casos en 2023), siendo
Sevilla la tercera provincia, con 24, tras las de Málaga, con 40, y Cádiz, con 28.
De las agresiones registradas,
el 67% son a mujeres frente al 33% a hombres, dato que se consolida, y entre las
víctimas predomina el
facultativo menor de 35 años (35%), seguido de los médicos entre 36 a 45 años (22%).
Es en la
Atención Primaria donde más agresiones se registran, con el 43%, seguido de Urgencias hospitalarias (21%), Urgencias en Atención Primaria y en el ámbito hospitalario, siendo
abrumadoramente mayoritarias las registradas en el ámbito público (89%) que en el privado (11%).
El 54% fueron amenazas y coacciones, seguido del 28% con insultos y vejaciones, mientas que el 18% fueron lesiones, con consecuencias físicas en el 27% de los casos y psíquicas el 67%,
terminando en baja laboral un 23%, aunque un 15% tienen estrés post traumático y un 42% agotamiento emocional.
En la mitad de las ocasiones,
la causa de la agresión fue una discrepancia con la atención médica recibida (49%), muy alejada del tiempo en ser atendido (15%) y no recetar lo propuesto por el paciente (13%), entre otras causas.
En cuanto al
agresor, principalmente
pacientes no programados (39%), seguidos de los programados (37%) y acompañantes (18%), y
suele ser varón (54%) y de entre 46 a 60 años (49%), seguidos de los menores de 40 años (40%).
“
Los datos de agresiones aumentan porque actualmente se denuncian más”, decía el doctor Gaspar Garrote, coordinador del Observatorio de Agresiones del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. De hecho, sólo 18 de las agresiones comunicadas a los Colegios de Médicos de Andalucía no han sido denunciadas, presentándose
denuncias en la Policía Nacional (68), Guardia Civil (34), Colegios de Médicos (26), Juzgados (18) y Policía Local (1), con 40 procedimientos judiciales abiertos.
Para el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Alfonso Carmona, las agresiones a médicos hay que sancionarlas “en la misma proporción que cuando se hace, del mismo modo que se castiga
cuando se agrede a cualquier otra autoridad”, y ha destacado la importancia de la
relación médico paciente, asegurando que “se está trabajando mucho en convertirla en
patrimonio inmaterial de la humanidad”.
Según Garrote, “la agresión al sanitario,
no sólo es grave cuando es física; a las verbales y amenazas hay que darles máxima importancia, ya que hay daños psicológicos que pueden redundar en un deterioro de la asistencia”.
El CACM, que puso en marcha su
Registro Digital de Agresiones en 2022, reclama crear un
registro único y homogéneo de agresiones;
promover la “denuncia in situ” para facilitar las denuncias; trabajar en la información al paciente con
formación en situaciones conflictivas y gestión de la información; campañas específicas; crear la figura del
director de seguridad en los centros hospitalarios;
protección jurídica contra las agresiones en
centros privados; y que el
protocolo de agresiones del SAS incluya el seguimiento psicológico de los médicos agredidos.