El tiempo en: Sevilla
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Cádiz

Gritos contra Procasa en el desahucio de Tamara Manzano: “No tenéis corazón”

Una treintena de personas, entre familia, vecinos y miembros de organizaciones sociales, arropan a la familia que ocupó una casa en Guillén Moreno

Andaluc�a Informaci�nPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Tamara Manzano, a su salida de la casa ocupada en Guillén Moreno. -

La secuencia del desahucio de Tamara Manzano de la vivienda ocupada de Procasa en Marinero en Tierra, en Guillén Moreno, se desarrolló según lo previsto. La mujer, con problemas de salud, sin sus hijas, a las que quiso ahorrar el mal trago, aunque acompañada de sus padres, familia y una treintena de personas, entre vecinos y miembros de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A) no opuso resistencia para abandonar el piso ocupado indebidamente durante un año, pero protagonizó junto a los suyos escenas de tensión.

Con lágrimas en los ojos, fue recibida con abrazos y gritos acusatorios contra los agentes de la Policía Nacional desplegados, los miembros de la comisión judicial, el personal de Procasa y hasta los operarios que instalaron la alarma y la puerta blindada para evitar que vuelva a ser ocupada, porque hay un centenar de demandantes en una situación de vulnerabilidad aún mayor que la de la familia de Tamara.

“No tenéis corazón”, “una familia de la clase trabajadora destrozada para que os vayáis en yate en verano a costa de nosotros” y “sinvergüenza, rateros”, fueron algunos de los gritos que se escucharon en el momento en el que se consumó el lanzamiento.

Antes de todo, también se escucharon reproches a la clase política, y más concretamente a los responsables de la empresa municipal de vivienda, por permitir la ocupación de otros inmuebles, decían los vecinos, para convertise “en fumaderos” o reproches de darle prioridad “a los moros” que a los gaditanos.

Los activistas Ana Camelo y Ciudadano Lorenzo apelaban a la calma, al tiempo que animaban a Tamara Manzano a apostarse frente al Ayuntamiento porque, como apuntaba el portavoz de APDH-A, Rafael Lara, no había solución concreta sobre la mesa.

No hizo falta. La mujer se reunió con el alcalde, Bruno García, y los concejales Maite González y Pablo Otero, para acabar aceptando instalarse en la pensión de la calle Soledad. No obstante, rechazó un piso ofrecido por un particular en régimen  de alquiler por pequeño. Pero estos días continuarán las conversaciones.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN