Representantes de unos 70 países, incluido EEUU, y de la Unión Europea y la ONU estuvieron entre los cerca de 50.000 asistentes al homenaje.
Con un nuevo grito por la paz y el desarme, Japón recordó ayer a las víctimas de la bomba atómica que arrasó Hiroshima hace 66 años, en una ceremonia que el primer ministro nipón, Naoto Kan, aprovechó para cuestionar “el mito de la seguridad” de la energía nuclear.
Como cada año, a las 8.15 hora local (23.15 GMT) un minuto de silencio solo roto por varias campanadas recordó en el Parque Memorial de la Paz de Hiroshima el momento en que la bomba caía sobre la ciudad y acababa de forma inmediata con la vida de 120.000 de sus habitantes.
Representantes de unos 70 países, incluido EEUU, y de la Unión Europea y la ONU estuvieron entre los cerca de 50.000 asistentes al homenaje.