La magia de adentrarse en aventuras singulares, conocer a personajes misteriosos y viajar a países imaginarios es esta semana más que posible. La feria del libro ya ha llegado a Sevilla y, hasta el domingo, los amantes de las letras tienen una cita que no pueden dejar escapar.
Sin embargo, podemos aprovechar este paseo por Plaza Nueva para conocer aquellas pequeñas editoriales sevillanas que apuestan por obras menos comerciales y autores nóveles.
Made in Sevilla
Point de Lunettes, Jirones de Azul, Mando Cohete, Metropolisiana, Paréntesis, Renacimiento y La Isla de Siltolá, son algunas de las editoriales independientes más llamativas de las ciudad. Grandes desconocidas por el público de masas, se reiventan continuamente para seguir presentes en el feroz mundo editorial. Sin embargo, gracias a las nuevas tecnologías e internet, cada vez tienen más seguidores.
Point de Lunettes abarca todos los géneros, pero se ha especializado en la edición de libros de arte con grabados e ilustraciones de artistas. Cuatro amigos, fanáticos de los libros, se unieron para dar forma a este proyecto que ya traspasa nuestras fronteras. Su director literario, Manuel García, habla así de su aportación a la cultura sevillana: “todo lo que sea dar una visión distinta a laSemana Santa, la feria, los toros, el fútbol y la mesa camilla es bueno”.
Jirones de Azul nace en 2006. Edita obras locales con la intención de apoyar la difusión cultural y apostar por las jóvenes promesas. Así nos hablan de sus planes de futuro: “estamos muy ilusionados con la digitalización de todos nuestros fondos, que terminará en breve y que nos posibilitará llegar a cualquier parte del mundo. Sevilla es una ciudad con una marca muy atractiva y nuestros títulos son fáciles de vender en países de habla hispana”.
Por su parte, Concha Jiménez desconocía que gracias a la creación de un pequeño libro de poesía visual nacería lo que es hoy Mando Cohete. Una editorial que ofrece publicaciones muy cuidadas y un trato personalizado con el lector: “los pequeños negocios suelen preocuparse más por la cultura que por el mercado de la cultura. Esta situación hace que las iniciativas de las pequeñas editoriales respondan más a una realidad de sentimientos, emociones, sueños y deseos que a unos intereses económicos”.
Javier Gonzalález Cotta, periodista cultural y fundador en su día de la revista Mercurio, anima a los fans de la literatura, además de pasar estos días por la feria del libro, adentrarse en la otra Sevilla cultural. La Extra-Vagante, Un gato en Bicicleta y la librería Palas son algunas de las citas obligadas para el lector detective. Una ruta exquisita para sibaritas.
Otras formas de sobrevivir
En palabras de González-Cotta, estas editoriales buscan otros canales de distribución como locales culturales, bares, galerías de arte o centros culturales, donde puedan vender sus obras libremente.
Mecenazgo y buenos amigos
Así sobreviven muchas editoriales independientes, gracias a la colaboración de amigos amantes de la cultura y simpatizantes, que en muchas ocasiones sufragan los gastos de imprenta.
Lectores detectives y librerias refugio
Los usuarios de las pequeñas librerias de barrio buscan exclusividad, independencia y libertad creadora. Lectores poco corrientes que buscan sus libros por el color del tomo.